En Hanoi, Tonkin, hoy Vietnam, pasión de los santos Andrés Dung Lac y Pedro Truong Van Thi, sacerdotes y mártires, que concluyó con la decapitación por negarse a ultrajar la cruz.
Andrés (c.1795 - 1839), nació en Bach-Ninh en el norte del Vietnam, había nacido de padres paganos y muy pobres que, cuando era muy pequeño, lo vendieron a un catequista. Éste lo entregó en la misión de Vinh-Tri, donde fue bautizado y educado cristianamente. Luego de un periodo de conveniente preparación fue nombrado catequista y a los diez años de haber desempeñado meritoriamente esta tarea, fue admitido a prepararse para el sacerdocio. Fue ordenado en 1823. Regentó con competencia y celo varias parroquias, y estaba al cargo de la de Ké-Dam, cuando tuvo que dejarla porque había sido destruida por la persecución.
Pasó a Ké-Sui, donde colaboro en su ministerio hasta que fue arrestado. Los cristianos ofrecieron plata al mandarín y éste lo soltó. Fue entonces cuando cambió su nombre de Dung por el de Lac a fin de pasar más desapercibido. Trabajó evangelizando en las regiones de Hanoi y Nam-Dinh. Sentía envidia de los que morían por la fe y sentía escrúpulos de estar escondiéndose. Estuvo cuatro años trabajando en la clandestinidad. Fue arrestado junto a Pedro Truong Van Thi en 1839; gracias al dinero fue liberado. Pero al bajar de la barca donde estaba detenido, el secretario del prefecto lo reconoció, siendo llevado a la cárcel de Hanoi. Invitado a apostatar, se mantuvo firme en la fe, siendo condenado a muerte y decapitado, con Pedro, en Hanoi.
Pedro (1763-1839), nació en Késo, Vietnam, en el seno de una familia cristiana muy humilde. Fue catequista durante unos años en los que demostró un gran celo apostólico y gran obediencia. Fue ordenado sacerdote en 1806, cuando tenía 43 años. No gozaba de buena salud pero se dedicó por entero a su ministerio que ejerció sucesivamente en los poblados de Song-Chay y de Ké Song, a donde fue trasladado en 1832.
Su camino hacia el martirio comenzó cuando, en 1839, Andrés Dung-Lac fue a confesarse con él, y el alcalde del pueblo, deseoso de la recompensa prometida a quien entregara a los cristianos, ordenó su captura, ofreciéndoles la libertad si le daban una determinada suma de dinero. Como sólo pudo reunirse la mitad, sólo Andrés Dung-Lac fue puesto en libertad. Pero era, al poco tiempo, apresado por el subprefecto de la Provincia, mientras buscaba dinero para Pedro. Entonces el alcalde temió que les había pedido dinero por su libertad y con mucha prisa mando al prisionero a Binh-Luc, donde ya estaba Andrés. Ambos resistieron los interrogatorios y amenazas, para que apostataran y pisoteasen la cruz. Pero ambos se mantuvieron firmes. Llevados a Hanoi fueron condenados a muerte y decapitados; Pedro tenía 60 años.
Andrés (c.1795 - 1839), nació en Bach-Ninh en el norte del Vietnam, había nacido de padres paganos y muy pobres que, cuando era muy pequeño, lo vendieron a un catequista. Éste lo entregó en la misión de Vinh-Tri, donde fue bautizado y educado cristianamente. Luego de un periodo de conveniente preparación fue nombrado catequista y a los diez años de haber desempeñado meritoriamente esta tarea, fue admitido a prepararse para el sacerdocio. Fue ordenado en 1823. Regentó con competencia y celo varias parroquias, y estaba al cargo de la de Ké-Dam, cuando tuvo que dejarla porque había sido destruida por la persecución.
Pasó a Ké-Sui, donde colaboro en su ministerio hasta que fue arrestado. Los cristianos ofrecieron plata al mandarín y éste lo soltó. Fue entonces cuando cambió su nombre de Dung por el de Lac a fin de pasar más desapercibido. Trabajó evangelizando en las regiones de Hanoi y Nam-Dinh. Sentía envidia de los que morían por la fe y sentía escrúpulos de estar escondiéndose. Estuvo cuatro años trabajando en la clandestinidad. Fue arrestado junto a Pedro Truong Van Thi en 1839; gracias al dinero fue liberado. Pero al bajar de la barca donde estaba detenido, el secretario del prefecto lo reconoció, siendo llevado a la cárcel de Hanoi. Invitado a apostatar, se mantuvo firme en la fe, siendo condenado a muerte y decapitado, con Pedro, en Hanoi.
Pedro (1763-1839), nació en Késo, Vietnam, en el seno de una familia cristiana muy humilde. Fue catequista durante unos años en los que demostró un gran celo apostólico y gran obediencia. Fue ordenado sacerdote en 1806, cuando tenía 43 años. No gozaba de buena salud pero se dedicó por entero a su ministerio que ejerció sucesivamente en los poblados de Song-Chay y de Ké Song, a donde fue trasladado en 1832.
Su camino hacia el martirio comenzó cuando, en 1839, Andrés Dung-Lac fue a confesarse con él, y el alcalde del pueblo, deseoso de la recompensa prometida a quien entregara a los cristianos, ordenó su captura, ofreciéndoles la libertad si le daban una determinada suma de dinero. Como sólo pudo reunirse la mitad, sólo Andrés Dung-Lac fue puesto en libertad. Pero era, al poco tiempo, apresado por el subprefecto de la Provincia, mientras buscaba dinero para Pedro. Entonces el alcalde temió que les había pedido dinero por su libertad y con mucha prisa mando al prisionero a Binh-Luc, donde ya estaba Andrés. Ambos resistieron los interrogatorios y amenazas, para que apostataran y pisoteasen la cruz. Pero ambos se mantuvieron firmes. Llevados a Hanoi fueron condenados a muerte y decapitados; Pedro tenía 60 años.
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