En Whitby, de Nortumbría, santa Hilda, abadesa, la cual, después de abrazar la fe y recibir los sacramentos de Cristo, puesta al frente de su monasterio, tanto se entregó a la formación de los monjes y monjas en la vida regular, al mantenimiento de la paz y la armonía, al trabajo y a la lectura de las divinas Escrituras, que parecía realizar en la tierra tareas celestiales.
No se sabe el lugar de nacimiento de Hilda, pero de acuerdo a Beda el Venerable fue en el año 614. Ella fue la segunda hija de Hereric, sobrino de san Edwin rey de Northumbria, y su esposa Breguswita. Su hermana mayor, santa Hereswida, se casó con Ethelric, hermano del rey Anna de Anglia Oriental. Cuando era apenas una bebe su padre fue envenenado mientras pasaba su exilio en la corte del rey de Elmet (en lo que hoy en día es West Yorkshire). Se asume que ella creció en la corte de san Ediwn en Northumbria.
En 627 el rey Edwin de Northumbria fue bautizado durante la Pascua junto a toda su Corte, la cual incluía a Hilda, que entonces tenía 14 años, en una pequeña capilla de madera construida especialmente para la ocasión, cerca de lo que hoy en día es la Catedral de York Minster. La ceremonia fue oficiada por el monje-obispo san Paulino de York, quien había venido desde Roma junto a san Agustín de Canterbury. Luego acompaño a santa Ethelburga de Lyminge, una princesa cristiana, cuando ella regreso a Kent para casarse con Edwin.
Se desconocen más detalles de la vida de Hilda entre el 627 y el 647. Pero, aparentemente, tras la muerte de san Edwin en una batalla en el año 633, ella se fue a vivir con su hermana a la corte de Anglia Oriental. Beda resume su historia en un punto clave de su vida, cuando a la edad de 33 ella decide irse a vivir con su hermana viuda a la abadía de Chelles, en Galia. Pero fue convencida por san Aidan, obispo de Lindisfarne de regresar a Northumbria y vivir como monja benedictina. Esto le cambio la vida.
No se sabe dónde fue que Hilda empezó su vida como monja, excepto que fue al norte de las orillas del río Wear. Aquí, con unas cuantas compañeras aprendieron las tradiciones del monacato del cristianismo celta el cual san Aidan había traído desde Iona. Después de un año san Aidan nombró a Hilda como la segunda abadesa de Hartlepool (549) y después abadesa de Heorta.
Más tarde fundo doble monasterio de Whitby en Streonshalh (en ese entonces conocido como Streonshalh), donde su influencia fue uno de los factores principales de la unificación de la iglesia inglesa. La tradición de monasterios dobles, como los de Hartlepool y Whitby, era para que hombres y mujeres vivieran separadamente pero que pudieran rezar juntos en misa. Todas las propiedades y bienes eran de propiedad común, los valores cristianos eran ejercidos, especialmente paz y caridad, todos tenían que estudiar la Biblia y hacer obras de caridad. Cinco monjes del monasterio se convirtieron en obispos y uno fue venerado como santo, san Juan de Beverley. La reina santa Eanfleda de Deira, y su hija snta Elfleda se convirtieron en monjas y juntas fueron abadesas de Whitby después de la muerte de Hilda.
Convocó el Sínodo de Whitby en el 664, en el cual los cristianos de bretaña decidieron someterse a la Iglesia de Roma. El Rey de Northumbria escogió el monasterio de Hilda como sede para el Sínodo de Whitby, el primer sínodo de la Iglesia en su reino. El invito religiosos de tan lejos como Wessex para formar parte del evento. La mayoría de los presentes, incluyendo Hilda, seguían las tradiciones del cristianismo celta pero varios en el reino, incluyendo la reina santa Eanfleda y su hija la monja santa Elfleda la cual vivía con Hilda en el monasterio, seguían las tradiciones de la Iglesia Romana. Convencidos por san Wilfrido un mensajero de Roma, se decidió tomar las tradiciones romanas. Hilda acepto esta decisión y esforzó las nuevas reglas dando un buen ejemplo de devoción y obediencia. Muchas de las tradiciones celtas siguieron en uso, pero puntos claves como fechas y celebraciones fueron cambiadas. San Cutberto de Lindisfarne, un santo de Northumbria demostró en su vida como las tradiciones benedictinas y celtas podían ser conbinadas perfectamente.
Fue la guía espiritual de la Inglaterra del siglo VII. A donde iba se fundaban monasterios. Se dice de ella que la virtud que irradiaba y enseñaba, era la justicia en la paz. Además fue una gran protectora de la cultura y bajo su dirección, el poeta san Caedmón recibió la inspiración para sus versos en lengua sajona. Fue una mujer de bastante influencia, fue una gran educadora y conocedora de las Escrituras, una buenísima administradora de monasterios, a ella venían reyes, reinas, príncipes, monjes, y santos, a pedir consejos. Aunque Hilda tenía un carácter fuerte ella también inspiraba afecto. Beda dijo "Todos aquellos que la conocían la llamaban madre por su gran devoción y gracia".
Hilda sufrió de una fiebre los últimos seis años de su vida, pero continuó trabajando hasta su muerte, en lo que entonces era una edad muy avanzada de sesenta y seis. En su último año ella fundo otro monasterio, a 14 millas de Whitby, en Hackness. Ella murió después de recibir el viatico, y según la leyenda, en el momento de su muerte las campanas del monasterio en Hackness sonaron.
Las sucesoras de Hilda fueron santa Eanfleda, viuda del rey Oswin, y su hija Elfleda. Después de las muertes de ellas dos, no se sabe más de la abadía de Whitby solo que fue destruida por invasores daneses en 867. Después de la invasión de Guillermo I a Inglaterra, monjes provenientes de Evesham fundaron otra vez la abadía como una casa benedictina para hombres. Y continuó siéndolo hasta la disolución de los monasterios por Enrique VIII en 1539.
No se sabe el lugar de nacimiento de Hilda, pero de acuerdo a Beda el Venerable fue en el año 614. Ella fue la segunda hija de Hereric, sobrino de san Edwin rey de Northumbria, y su esposa Breguswita. Su hermana mayor, santa Hereswida, se casó con Ethelric, hermano del rey Anna de Anglia Oriental. Cuando era apenas una bebe su padre fue envenenado mientras pasaba su exilio en la corte del rey de Elmet (en lo que hoy en día es West Yorkshire). Se asume que ella creció en la corte de san Ediwn en Northumbria.
En 627 el rey Edwin de Northumbria fue bautizado durante la Pascua junto a toda su Corte, la cual incluía a Hilda, que entonces tenía 14 años, en una pequeña capilla de madera construida especialmente para la ocasión, cerca de lo que hoy en día es la Catedral de York Minster. La ceremonia fue oficiada por el monje-obispo san Paulino de York, quien había venido desde Roma junto a san Agustín de Canterbury. Luego acompaño a santa Ethelburga de Lyminge, una princesa cristiana, cuando ella regreso a Kent para casarse con Edwin.
Se desconocen más detalles de la vida de Hilda entre el 627 y el 647. Pero, aparentemente, tras la muerte de san Edwin en una batalla en el año 633, ella se fue a vivir con su hermana a la corte de Anglia Oriental. Beda resume su historia en un punto clave de su vida, cuando a la edad de 33 ella decide irse a vivir con su hermana viuda a la abadía de Chelles, en Galia. Pero fue convencida por san Aidan, obispo de Lindisfarne de regresar a Northumbria y vivir como monja benedictina. Esto le cambio la vida.
No se sabe dónde fue que Hilda empezó su vida como monja, excepto que fue al norte de las orillas del río Wear. Aquí, con unas cuantas compañeras aprendieron las tradiciones del monacato del cristianismo celta el cual san Aidan había traído desde Iona. Después de un año san Aidan nombró a Hilda como la segunda abadesa de Hartlepool (549) y después abadesa de Heorta.
Más tarde fundo doble monasterio de Whitby en Streonshalh (en ese entonces conocido como Streonshalh), donde su influencia fue uno de los factores principales de la unificación de la iglesia inglesa. La tradición de monasterios dobles, como los de Hartlepool y Whitby, era para que hombres y mujeres vivieran separadamente pero que pudieran rezar juntos en misa. Todas las propiedades y bienes eran de propiedad común, los valores cristianos eran ejercidos, especialmente paz y caridad, todos tenían que estudiar la Biblia y hacer obras de caridad. Cinco monjes del monasterio se convirtieron en obispos y uno fue venerado como santo, san Juan de Beverley. La reina santa Eanfleda de Deira, y su hija snta Elfleda se convirtieron en monjas y juntas fueron abadesas de Whitby después de la muerte de Hilda.
Convocó el Sínodo de Whitby en el 664, en el cual los cristianos de bretaña decidieron someterse a la Iglesia de Roma. El Rey de Northumbria escogió el monasterio de Hilda como sede para el Sínodo de Whitby, el primer sínodo de la Iglesia en su reino. El invito religiosos de tan lejos como Wessex para formar parte del evento. La mayoría de los presentes, incluyendo Hilda, seguían las tradiciones del cristianismo celta pero varios en el reino, incluyendo la reina santa Eanfleda y su hija la monja santa Elfleda la cual vivía con Hilda en el monasterio, seguían las tradiciones de la Iglesia Romana. Convencidos por san Wilfrido un mensajero de Roma, se decidió tomar las tradiciones romanas. Hilda acepto esta decisión y esforzó las nuevas reglas dando un buen ejemplo de devoción y obediencia. Muchas de las tradiciones celtas siguieron en uso, pero puntos claves como fechas y celebraciones fueron cambiadas. San Cutberto de Lindisfarne, un santo de Northumbria demostró en su vida como las tradiciones benedictinas y celtas podían ser conbinadas perfectamente.
Fue la guía espiritual de la Inglaterra del siglo VII. A donde iba se fundaban monasterios. Se dice de ella que la virtud que irradiaba y enseñaba, era la justicia en la paz. Además fue una gran protectora de la cultura y bajo su dirección, el poeta san Caedmón recibió la inspiración para sus versos en lengua sajona. Fue una mujer de bastante influencia, fue una gran educadora y conocedora de las Escrituras, una buenísima administradora de monasterios, a ella venían reyes, reinas, príncipes, monjes, y santos, a pedir consejos. Aunque Hilda tenía un carácter fuerte ella también inspiraba afecto. Beda dijo "Todos aquellos que la conocían la llamaban madre por su gran devoción y gracia".
Hilda sufrió de una fiebre los últimos seis años de su vida, pero continuó trabajando hasta su muerte, en lo que entonces era una edad muy avanzada de sesenta y seis. En su último año ella fundo otro monasterio, a 14 millas de Whitby, en Hackness. Ella murió después de recibir el viatico, y según la leyenda, en el momento de su muerte las campanas del monasterio en Hackness sonaron.
Las sucesoras de Hilda fueron santa Eanfleda, viuda del rey Oswin, y su hija Elfleda. Después de las muertes de ellas dos, no se sabe más de la abadía de Whitby solo que fue destruida por invasores daneses en 867. Después de la invasión de Guillermo I a Inglaterra, monjes provenientes de Evesham fundaron otra vez la abadía como una casa benedictina para hombres. Y continuó siéndolo hasta la disolución de los monasterios por Enrique VIII en 1539.
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