En Renes, en Francia, beata María de la Cruz (Juana) Jugan, virgen, que fundó la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, para pedir limosna por Dios para los pobres, y expulsada injustamente de la dirección del Instituto, pasó el resto de su vida en la oración y en la humildad.
Nació en Petit Croix, Cancale (Bretaña francesa). La casa de Juana era muy pobre, el padre era pescador de bacalao, y lo perdió muy pronto. A los 16 años se colocó de ayudante de cocinera en una familia de los alrededores. Ingresó como miembro de la Orden Tercera del Admirable Corazón de María de san Juan Eudes, donde fue adquiriendo experiencia religiosa. A los 25 años, fue a Saint-Servan, y durante seis años sirvió a 300 niños pobres; aquí cambió su verdadero apellido Joucan, por Jugan. Trabajó como enfermera en el hospital del Rosais. En 1823 pasó al servicio de la señorita Lecoq, con quien vivió doce años como amiga y colaboradora, dedicándose a visitar a los pobres y educar a los niños. Muerta su amiga, Juana alquiló una casa en Saint-Servan con su amiga Francisca Aubert. Aquí en el invierno de 1839, la anciana Anne Chauvin, ciega y paralítica, pidió y obtuvo asistencia. Desde aquel momento Juana tuvo clara la misión que Dios le confiaba; dedicarse a los ancianos pobres.
A la edad de 32 años, se juntó con algunas mujeres en comunidad y empezó a recibir en su casa algunos ancianos abandonados. Desde entonces tuvo que salir a pedir para los pobres que estaban recogidos en su casa. La obra fue aumentando; su oficio era ser buscadora de pan. Juana empezó a tener fama por su heroica entrega a los más pobres. En la Academia Francesa se habló de ella; en 1845 le concedieron el premio Montyon, destinado a un francés pobre, autor de la acción más virtuosa. Los periodistas la sacaban en sus reportajes. Empezaron las nuevas fundaciones en Rennes y Tours. Los parlamentarios hablaban en las Cortes de ella: "Juana Jugan es un personaje que sabe de socialismo más que todos ustedes juntos". Luego fundó en París, Besançon, Nantes y Angers. En Nantes se las empezó a llamar "las Hermanitas de los Pobres", que Juana elaboró una regla basada en la de los Hermanos de San Juan de Dios. A los tres consejos evangélicos añadieron el voto de hospitalidad. más tarde se abrió la primera casa en Inglaterra, en las afueras de Londres.
Sus compañeras la eligieron como superiora. Pero pronto Juana será destituida de una manera arbitraria. A la injusticia Juana respondió con el silencio, la bondad, el abandono. En el transcurso de los años la sombra que envolvió a Juana fue ordenado cada vez más densa, se dedicó al oficio de simple limosnera. Se dio una falsa interpretación de los comienzos de su obra. Cuando murió en Tour Saint Joseph, había 2.400 hermanitas que repartían pan y amor entre los ancianos más pobres y abandonados, pero pocas sabían que ella era la fundadora, pero su influencia junto a las jóvenes con quiénes había compartido la vida durante 27 años fue decisiva. Este contacto prolongado hará que el carisma inicial, y el espíritu de los orígenes fuera transmitido. A partir de 1900 comenzó a descubrirse la verdad: Juana Jugan -sor María de la Cruz- muerta en el olvido fue la primera Hermanita, era la fundadora. Fue beatificada `pr SS Juan Pablo II el 3 de octubre de 1982 y canonizada por SS Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009.
Nació en Petit Croix, Cancale (Bretaña francesa). La casa de Juana era muy pobre, el padre era pescador de bacalao, y lo perdió muy pronto. A los 16 años se colocó de ayudante de cocinera en una familia de los alrededores. Ingresó como miembro de la Orden Tercera del Admirable Corazón de María de san Juan Eudes, donde fue adquiriendo experiencia religiosa. A los 25 años, fue a Saint-Servan, y durante seis años sirvió a 300 niños pobres; aquí cambió su verdadero apellido Joucan, por Jugan. Trabajó como enfermera en el hospital del Rosais. En 1823 pasó al servicio de la señorita Lecoq, con quien vivió doce años como amiga y colaboradora, dedicándose a visitar a los pobres y educar a los niños. Muerta su amiga, Juana alquiló una casa en Saint-Servan con su amiga Francisca Aubert. Aquí en el invierno de 1839, la anciana Anne Chauvin, ciega y paralítica, pidió y obtuvo asistencia. Desde aquel momento Juana tuvo clara la misión que Dios le confiaba; dedicarse a los ancianos pobres.
A la edad de 32 años, se juntó con algunas mujeres en comunidad y empezó a recibir en su casa algunos ancianos abandonados. Desde entonces tuvo que salir a pedir para los pobres que estaban recogidos en su casa. La obra fue aumentando; su oficio era ser buscadora de pan. Juana empezó a tener fama por su heroica entrega a los más pobres. En la Academia Francesa se habló de ella; en 1845 le concedieron el premio Montyon, destinado a un francés pobre, autor de la acción más virtuosa. Los periodistas la sacaban en sus reportajes. Empezaron las nuevas fundaciones en Rennes y Tours. Los parlamentarios hablaban en las Cortes de ella: "Juana Jugan es un personaje que sabe de socialismo más que todos ustedes juntos". Luego fundó en París, Besançon, Nantes y Angers. En Nantes se las empezó a llamar "las Hermanitas de los Pobres", que Juana elaboró una regla basada en la de los Hermanos de San Juan de Dios. A los tres consejos evangélicos añadieron el voto de hospitalidad. más tarde se abrió la primera casa en Inglaterra, en las afueras de Londres.
Sus compañeras la eligieron como superiora. Pero pronto Juana será destituida de una manera arbitraria. A la injusticia Juana respondió con el silencio, la bondad, el abandono. En el transcurso de los años la sombra que envolvió a Juana fue ordenado cada vez más densa, se dedicó al oficio de simple limosnera. Se dio una falsa interpretación de los comienzos de su obra. Cuando murió en Tour Saint Joseph, había 2.400 hermanitas que repartían pan y amor entre los ancianos más pobres y abandonados, pero pocas sabían que ella era la fundadora, pero su influencia junto a las jóvenes con quiénes había compartido la vida durante 27 años fue decisiva. Este contacto prolongado hará que el carisma inicial, y el espíritu de los orígenes fuera transmitido. A partir de 1900 comenzó a descubrirse la verdad: Juana Jugan -sor María de la Cruz- muerta en el olvido fue la primera Hermanita, era la fundadora. Fue beatificada `pr SS Juan Pablo II el 3 de octubre de 1982 y canonizada por SS Benedicto XVI el 11 de octubre de 2009.
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