martes, 4 de agosto de 2020

Beato Enrique Krzysztofik


En el campo de concentración de Dachau, cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Enrique Krzysztofik, presbítero y mártir. Deportado durante la guerra desde Polonia a una cárcel extranjera por su fe cristiana, acabó entre suplicios su martirio.

José nació en Zachorzew (Sandomierz). Estudió en el Colegio de San Fidel de los Capuchinos de Lomza, entrando después en la misma Orden en 1927, en el convento de Nowe Miasto, donde tomó el nombre religioso de Enrique. En la ciudad eterna profesó solemnemente el 15 de agosto de 1931 y fue ordenado sacerdote en 1933. En 1935 consiguió la licencia en Teología.

De vuelta en Polonia, fue destinado al convento de Lublin como profesor de Teología dogmática en el seminario capuchino. Poco después era nombrado director del mismo seminario y vicario del convento. En la iglesia del convento predicó con gran fervor y entusiasmo. Mientras desempeñaba estos cargos, estalló la II Guerra mundial. El guardián del convento era un holandés que se vio forzado a salir de Polonia, por lo que el padre Enrique tuvo que asumir ese cargo de superior. En calidad de guardián y al mismo tiempo rector del seminario, su situación se hizo muy delicada. 

El 25 de enero de 1940 la Gestapo arrestó a 23 capuchinos del convento de Lublín y entre ellos al superior, padre Enrique Krzysztofik. El primer sitio de prisión fue el Castillo de Lublin, mientras se esperaba que hubiera puesto en la cárcel. El padre Enrique dijo a todos: "Hermanos, mientras tengamos la mente lúcida formulemos este buen propósito: Cualquier cosa que nos suceda, ocurra lo que ocurra, hagamos todos y cada uno ofrecimiento propiciatorio a Dios".

Durante el período transcurrido en la cárcel el padre Enrique se preocupó por todos. El 14 de diciembre de 1940, junto con los demás hermanos, fue trasladado al campo de concentración de Dachau, donde se le dio el número de matrícula 22.637. En la dura vida del campo no se perdonó trabajo por los otros. Hallándose él mismo enfermo y débil en las piernas, ayudaba a los más débiles que él, sobre todo a los ancianos. Sobrevivió en el campo de concentración sólo hasta el verano de 1941. En julio de ese año, dada su total debilidad, que le impedía andar por su pie, fue llevado a la enfermería del campo, lo que equivalía a una condena a muerte. Desde allí hizo llegar secretamente a sus alumnos clérigos un mensaje que ha recordado de memoria uno de los destinatarios, padre Cayetano Ambrozkiewicz: "Queridos hermanos: Me encuentro en el bloque 7. He enflaquecido terriblemente a causa de la deshidratación. Peso 35 kilos. Me duelen todos los huesos. Estoy tendido en el lecho, como sobre la cruz, junto con Jesucristo. Me es grato estar y sufrir con Él. Rezo por vosotros y ofrezco a Dios por vosotros estos mis sufrimientos".

Murió el 4 de agosto de 1942 y fue quemado en el horno crematorio número 12. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.

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