sábado, 11 de julio de 2020

San Quetilo de Viborg


En Viborg, en Dinamarca, san Quetilo, canónigo regular, que puso gran interés en el funcionamiento de la escuela capitular, siendo modelo para todos.

Su fecha de nacimiento es desconocida, y noticias posteriores afirman que era de una familia acomodada de Venning, en Jutlandia (Dinamarca). El obispo de Viborg, Eskil, lo invitó a su diócesis y lo ordenó sacerdote en 1125. Cinco años después ingresó entre los Canónigos Regulares de San Agustín y sabemos de cierto que fue preboste en Viborg, en 1145, y tuvo a su cargo la escuela capitular (en la que se formaban los futuros sacerdotes) y de amanuense para copiar códices; era de ejemplar conversación. 

Fue un respetado agente de paz en los conflictos del momento, turbadas por las luchas dinásticas: en 1147 fue enviado a Lund para negociar, con el arzobispo Eskil, la paz entre Suabo Grade y Canuto que luchaban por el trono danés. Contemporáneamente realizó una gran labor misionera entre los vendos, mostrándose ejemplar en la predicación. Por esta tarea de pacificación que asumía fue expulsado de la ciudad desde 1148 hasta 1149. El papa Eugenio III lo avaló y volvió a su puesto.

Se ignora la fecha de su muerte, aunque es posible que haya sido en Viborg el 27 de septiembre de 1150, tal como está inscripto en algunos calendarios. Pero en Dinamarca (y en el nuevo Martirologio Romano) se celebra su memoria el 11 de julio, ya que en esa fecha, de 1189, el arzobispo Absalón de Lund exhumó sus restos y colocó en la catedral los huesos del santo, en un relicario, lo que se puede considerar como una canonización, según el uso de la época. Lamentablemente, dicho relicario se perdió en un incendio que quemó el altar en la catedral de Viborg en 1725.

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