En Angers, en Francia, santa María de Santa Eufrasia (Rosa Virginia) Pelletier, virgen, que para acoger piadosamente a las mujeres de vida descarriada, que ella denominaba «Magdalenas», fundó el Instituto de Hermanas del Buen Pastor.
Nació en la isla Noirmoutier (Vendée) en Francia, en el seno de una familia de clase media. Se llamaba Rosa Virginia Pelletier. Estudió con las ursulinas de Chavagne, y después, al quedarse huérfana de padre, en "La Asociación Cristiana" de Tours. Desde este momento manifestó un carácter fuerte, jovial y comunitativo, animado por una sobresaliente inteligencia. En 1814, ingresó en las Religiosas de Nuestra Señora de la Caridad, de san Juan Eudes, y toma el nombre de Eufrasia, por indicación de su maestra de novicias, porque era la santa más humilde del santoral, aunque ella quería llamarse Teresa. En 1817, hizo su profesión religiosa; fue destinada al cuidado de las jóvenes penitentes acogidas en la casa. En este trabajo pasó diez años como primera maestra. En 1826 instituyó la obra de las "Magdalenas" que se inspiraba en la espiritualidad del Carmelo, en la que eran acogidas las jóvenes que, después de haber emprendido el camino del bien, deseaban consagrarse al Señor. En 1829, María se trasladó a Angers para fundar allí un "refugio" de su Congregación.
Fundó en Angers, la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, con la intención de concentrar en la casa de Angers, las nuevas fundaciones, y no como hasta ahora, cada casa era independiente una de otra y era imposible nuevas fundaciones, y crecieron las tensiones con la casa madre de Tours, por intrigas de diversos eclesiásticos, que pretendían gobernar la Orden de Nuestra Señora de la Caridad. La fundación de esta Congregación, parte de la ya fundada por san Juan Eudes. Su misión era curar moralmente a las mujeres que habían sido violadas o sufrido trata de blancas u otro mal moral; para ello, esta congregación estaba dividida en dos categorías: las "Preservadas", que eran huérfanas en situación de peligro y las "Penitentes", que eran las que ya habían caído en la prostitución. Fue elegida superiora del monasterio de Tours.
En 1931, fue elegida superiora de la casa de Angers, y fue cuando se produjo la nueva Congregación. En 1830, ya tenía cerca de 72 penitentes, 12 magdalenas y 80 huérfanas, así como la fundación de nuevas casas. Su trabajo atrajo envidias y sobre todo el rechazo de la sociedad liberal de su época, por ello sufrió toda clase de persecuciones por parte de ésta. Puso como su protector al cardenal Odescalchi y ella redobló sus penitencias y su oración ofreciéndose a la cruz. "Ah, hijas mías las cruces dan la fe". Durante su existencia, se expandió la Congregación por los cinco continentes, y contó desde un principio con la aprobación de la Santa Sede y del papa Gregorio XVI. Murió en Angers viendo el fruto de sus esfuerzos. Fue canonizada por Pío XII el 2 de mayo de 1940.
Nació en la isla Noirmoutier (Vendée) en Francia, en el seno de una familia de clase media. Se llamaba Rosa Virginia Pelletier. Estudió con las ursulinas de Chavagne, y después, al quedarse huérfana de padre, en "La Asociación Cristiana" de Tours. Desde este momento manifestó un carácter fuerte, jovial y comunitativo, animado por una sobresaliente inteligencia. En 1814, ingresó en las Religiosas de Nuestra Señora de la Caridad, de san Juan Eudes, y toma el nombre de Eufrasia, por indicación de su maestra de novicias, porque era la santa más humilde del santoral, aunque ella quería llamarse Teresa. En 1817, hizo su profesión religiosa; fue destinada al cuidado de las jóvenes penitentes acogidas en la casa. En este trabajo pasó diez años como primera maestra. En 1826 instituyó la obra de las "Magdalenas" que se inspiraba en la espiritualidad del Carmelo, en la que eran acogidas las jóvenes que, después de haber emprendido el camino del bien, deseaban consagrarse al Señor. En 1829, María se trasladó a Angers para fundar allí un "refugio" de su Congregación.
Fundó en Angers, la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, con la intención de concentrar en la casa de Angers, las nuevas fundaciones, y no como hasta ahora, cada casa era independiente una de otra y era imposible nuevas fundaciones, y crecieron las tensiones con la casa madre de Tours, por intrigas de diversos eclesiásticos, que pretendían gobernar la Orden de Nuestra Señora de la Caridad. La fundación de esta Congregación, parte de la ya fundada por san Juan Eudes. Su misión era curar moralmente a las mujeres que habían sido violadas o sufrido trata de blancas u otro mal moral; para ello, esta congregación estaba dividida en dos categorías: las "Preservadas", que eran huérfanas en situación de peligro y las "Penitentes", que eran las que ya habían caído en la prostitución. Fue elegida superiora del monasterio de Tours.
En 1931, fue elegida superiora de la casa de Angers, y fue cuando se produjo la nueva Congregación. En 1830, ya tenía cerca de 72 penitentes, 12 magdalenas y 80 huérfanas, así como la fundación de nuevas casas. Su trabajo atrajo envidias y sobre todo el rechazo de la sociedad liberal de su época, por ello sufrió toda clase de persecuciones por parte de ésta. Puso como su protector al cardenal Odescalchi y ella redobló sus penitencias y su oración ofreciéndose a la cruz. "Ah, hijas mías las cruces dan la fe". Durante su existencia, se expandió la Congregación por los cinco continentes, y contó desde un principio con la aprobación de la Santa Sede y del papa Gregorio XVI. Murió en Angers viendo el fruto de sus esfuerzos. Fue canonizada por Pío XII el 2 de mayo de 1940.
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