En Rusia, santos Boris y Gleb, mártires, que, príncipes de Rostov e hijos de san Vladimiro, prefirieron la muerte antes que oponerse a la fuerza a su hermano Sviatoplk: Boris consiguió la palma del martirio en el río Don cerca de Pereyaslavl, Gleb poco después en el río Dneper cerca de Smolensk.
Hijos de san Vladimiro, duque de Kiev. Llamados en su bautismo Romano y David. Se lanzó con gran celo a la evangelización. Pero a la muerte de su padre, resultó que dividió el ducado entre sus doce hijos. Uno de ellos, Sviatopolk, quiso quedarse con la herencia paterna y para ello pagó a sicarios para que asesinaran a sus hermanos.
Boris y Gleb no quisieron oponer violencia con violencia y por ello murieron en 1015. Boris, príncipe de Rostov, de vuelta de una expedición contra las tribus nómadas de los pechenegos, renunció a oponerse al hermano mayor y fue abandonado por su ejército. Murió junto a Pereislavia. Gleb fue asesinado a traición durante su viaje de vuelta a Kiev, en Smolensko.
Pero en el 1019, Jaroslav, el primogénito de Vladimir y príncipe de Novgorod, venció a Sviatopolk y se apoderó de Kiev, a la que gobernó por 35 años. Al año siguiente, es decir, en 1020, hizo trasladar los cuerpos de Boris y Gleb a la iglesia de San Basilio en Visgorod, y fomentó su culto y consideración como mártires, por la trágica muerte que padecieron.
En el siglo XII el metropolita griego de Kiev realizó la canonización formal de los dos príncipes; la Iglesia católica los ha aceptado en su calendario porque vivieron antes del cisma. Boris es el patrón de Moscú. En Occidente son conocidos como Román y David.
Hijos de san Vladimiro, duque de Kiev. Llamados en su bautismo Romano y David. Se lanzó con gran celo a la evangelización. Pero a la muerte de su padre, resultó que dividió el ducado entre sus doce hijos. Uno de ellos, Sviatopolk, quiso quedarse con la herencia paterna y para ello pagó a sicarios para que asesinaran a sus hermanos.
Boris y Gleb no quisieron oponer violencia con violencia y por ello murieron en 1015. Boris, príncipe de Rostov, de vuelta de una expedición contra las tribus nómadas de los pechenegos, renunció a oponerse al hermano mayor y fue abandonado por su ejército. Murió junto a Pereislavia. Gleb fue asesinado a traición durante su viaje de vuelta a Kiev, en Smolensko.
Pero en el 1019, Jaroslav, el primogénito de Vladimir y príncipe de Novgorod, venció a Sviatopolk y se apoderó de Kiev, a la que gobernó por 35 años. Al año siguiente, es decir, en 1020, hizo trasladar los cuerpos de Boris y Gleb a la iglesia de San Basilio en Visgorod, y fomentó su culto y consideración como mártires, por la trágica muerte que padecieron.
En el siglo XII el metropolita griego de Kiev realizó la canonización formal de los dos príncipes; la Iglesia católica los ha aceptado en su calendario porque vivieron antes del cisma. Boris es el patrón de Moscú. En Occidente son conocidos como Román y David.
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