En el monasterio de Mount Saint Bernard, cerca de Leicester, en Inglaterra, beato Cipriano (Miguel) Iwene Tansi, presbítero, de la Orden Cisterciense, que nació en el territorio de Onitsha, en Nigeria, y siendo aún niño, y en contra de su familia, abrazó la fe cristiana y fue ordenado sacerdote, dedicándose con gran diligencia a la cura pastoral hasta que, hecho monje, mereció coronar con una santa muerte una vida santa.
Nació en el seno de una familia de la tribu de los ibos, que practicaban la religión animista. Estudió en el poblado de Nduka, donde conoció a los misioneros irlandeses que lo instruyeron en el cristianismo. Se bautizó con 9 años en 1912, se le impuso el nombre de Miguel. Su nombre original era Iwene. Estudió magisterio y a los 20 años ingresó en el seminario a pesar de la oposición de su familia.
Fue ordenado sacerdote en 1937, fue el primer sacerdote de la zona y el segundo nativo de toda Nigeria. En 1939 fue destinado como párroco a Dunokofia. Tenía que caminar a pie para visitar las aldeas y las capillas de su gran parroquia. Luego pasaba días enteros en el confesionario. Desarrolló una amplia labor misionera de evangelización, centrada en la purificación de costumbres de los fieles, combatiendo los restos del animismo incompatibles con la fe y moral cristianas. Creó centros de preparación para el matrimonio, fomentó la asociación cristiana de las jóvenes (Liga de María), se esforzó en la instrucción de la juventud femenina y creó centros de oración; cultivó las vocaciones sacerdotales y religiosas y transformó su parroquia haciéndola una verdadera y viva comunidad cristiana.
En 1950, en un retiro espiritual, el obispo diocesano manifestó su deseo de que algún sacerdote se hiciese monje con vistas a la instalación de la vida monástica en el obispado. Miguel y su coadjutor se ofrecieron a ello, ingresando en la abadía de Monte San Bernardo en Leicester, Inglaterra, perteneciente a la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (Trapenses). Hizo la profesión religiosa en 1956. En el monasterio se llamaba "Padre Cipriano". El cambio total de vida, especialmente el vivir bajo la obediencia después de haber sido un líder de su pueblo, el cambio de clima, de comida y, sobre todo, el cambio brutal de cultura ponían a prueba su vocación, pero estaba convencido de estar allí donde Dios lo quería. El Padre Mark Ulogu, que fue más tarde Abad de Bamenda, vino el año siguiente.
En el año 1962 Mount Saint Bernard decidió hacer una fundación en África, pero, por varias razones, se estableció cerca de la ciudad de Bamenda en Camerún, país vecino del Nigeria. Aunque había sido nombrado maestro de novicios para la fundación, Padre Cipriano, no pudo fundar ningún monasterio cisterciense en Nigeria porque en mitad de los preparativos murió de una trombosis, dejando tras de sí una gran fama de santidad.
El 22 de marzo de 1998, en Onitsha, durante un viaje a Nigeria hecho precisamente para este fin, el Santo Padre Juan Pablo II beatificó al Padre Cipriano Miguel Tansi, al proponerlo como modelo de celo y de oración sacerdotales.
Nació en el seno de una familia de la tribu de los ibos, que practicaban la religión animista. Estudió en el poblado de Nduka, donde conoció a los misioneros irlandeses que lo instruyeron en el cristianismo. Se bautizó con 9 años en 1912, se le impuso el nombre de Miguel. Su nombre original era Iwene. Estudió magisterio y a los 20 años ingresó en el seminario a pesar de la oposición de su familia.
Fue ordenado sacerdote en 1937, fue el primer sacerdote de la zona y el segundo nativo de toda Nigeria. En 1939 fue destinado como párroco a Dunokofia. Tenía que caminar a pie para visitar las aldeas y las capillas de su gran parroquia. Luego pasaba días enteros en el confesionario. Desarrolló una amplia labor misionera de evangelización, centrada en la purificación de costumbres de los fieles, combatiendo los restos del animismo incompatibles con la fe y moral cristianas. Creó centros de preparación para el matrimonio, fomentó la asociación cristiana de las jóvenes (Liga de María), se esforzó en la instrucción de la juventud femenina y creó centros de oración; cultivó las vocaciones sacerdotales y religiosas y transformó su parroquia haciéndola una verdadera y viva comunidad cristiana.
En 1950, en un retiro espiritual, el obispo diocesano manifestó su deseo de que algún sacerdote se hiciese monje con vistas a la instalación de la vida monástica en el obispado. Miguel y su coadjutor se ofrecieron a ello, ingresando en la abadía de Monte San Bernardo en Leicester, Inglaterra, perteneciente a la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (Trapenses). Hizo la profesión religiosa en 1956. En el monasterio se llamaba "Padre Cipriano". El cambio total de vida, especialmente el vivir bajo la obediencia después de haber sido un líder de su pueblo, el cambio de clima, de comida y, sobre todo, el cambio brutal de cultura ponían a prueba su vocación, pero estaba convencido de estar allí donde Dios lo quería. El Padre Mark Ulogu, que fue más tarde Abad de Bamenda, vino el año siguiente.
En el año 1962 Mount Saint Bernard decidió hacer una fundación en África, pero, por varias razones, se estableció cerca de la ciudad de Bamenda en Camerún, país vecino del Nigeria. Aunque había sido nombrado maestro de novicios para la fundación, Padre Cipriano, no pudo fundar ningún monasterio cisterciense en Nigeria porque en mitad de los preparativos murió de una trombosis, dejando tras de sí una gran fama de santidad.
El 22 de marzo de 1998, en Onitsha, durante un viaje a Nigeria hecho precisamente para este fin, el Santo Padre Juan Pablo II beatificó al Padre Cipriano Miguel Tansi, al proponerlo como modelo de celo y de oración sacerdotales.
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