En la ciudad de Moerzeke-les-Termonde, cerca de Gante, en Bélgica, beato Eduardo Poppe, presbítero, que con sus escritos y su predicación propagó por Flandes, en tiempos difíciles, la formación cristiana y la devoción a la Eucaristía (1924).
Nació en Moerzeke, Bélgica, en el seno de una familia muy devota el 18 de Diciembre de 1890. En mayo de 1909 ingresa en el seminario de San Nicolás, en Waas, donde se distingue por su gran deseo de "...realizar del modo más perfecto la voluntad de Dios". En septiembre de 1910 es llamado al ejército y ahí inicia sus estudios de filosofía. Al estallar la Primera Guerra Mundial (1914-1918) es reclutado como enfermero, donde da muestras de caridad hasta el grado de enfermar de fatiga. Estando en el ejército recibe la orden sacerdotal en 1916 e inicia su labor pastoral como vice-párroco de la iglesia de Santa Coleta (Gante), ubicada en un barrio obrero. Ahí da muestra de ejemplar virtud al atender y socorrer a pobres, marginados, moribundos y niños. Su fortaleza espiritual la adquiere al pasar mucho tiempo ante el Sagrario.
Al final de la Primera Guerra Mundial, por motivos de salud, se vio obligado a dejar su parroquia, trasladándose a la zona rural, donde fue capellán de una comunidad religiosa. Se dedicó a la contemplación, al estudio, a predicar en la región de Flandes y a escribir ensayos contra el marxismo, el materialismo y la secularización.
Fue creador de métodos apostólicos de vanguardia, asimismo, promovió asociaciones sacerdotales, de seglares, de renovación litúrgica y de catequesis, entre otras. Forma un Circulo del Catecismo, así como una Liga de Comunión. Confesor y predicador incansable, exclamó, ante la pregunta de un sacerdote al verle frente al altar: "...le estoy haciendo compañía a Nuestro Señor. Me encuentro demasiado cansado para hablarle, así que estoy descansando a su lado".
De gran influencia en su vida sacerdotal, fue la visita que realizó en 1920 a la tumba de Santa Teresita del Niño Jesús, la carmelita de Lisieux, de esta religiosa aprendió a profundizar su vida espiritual. En 1922 viaja a Leopoldsburgo, en donde se encargó de los clérigos de todo el país que realizaban el servicio militar. Extenuado, muere debido a los continuos ayunos y penitencias, así como por su ardua labor catequética.
Juan Pablo II 1o beatifica el 3 de octubre de 1999, afirmando que el Beato Eduardo Poppe: "...consagró su vida a Cristo en el ministerio sacerdotal. Se convierte hoy en modelo para los sacerdotes.
Nació en Moerzeke, Bélgica, en el seno de una familia muy devota el 18 de Diciembre de 1890. En mayo de 1909 ingresa en el seminario de San Nicolás, en Waas, donde se distingue por su gran deseo de "...realizar del modo más perfecto la voluntad de Dios". En septiembre de 1910 es llamado al ejército y ahí inicia sus estudios de filosofía. Al estallar la Primera Guerra Mundial (1914-1918) es reclutado como enfermero, donde da muestras de caridad hasta el grado de enfermar de fatiga. Estando en el ejército recibe la orden sacerdotal en 1916 e inicia su labor pastoral como vice-párroco de la iglesia de Santa Coleta (Gante), ubicada en un barrio obrero. Ahí da muestra de ejemplar virtud al atender y socorrer a pobres, marginados, moribundos y niños. Su fortaleza espiritual la adquiere al pasar mucho tiempo ante el Sagrario.
Al final de la Primera Guerra Mundial, por motivos de salud, se vio obligado a dejar su parroquia, trasladándose a la zona rural, donde fue capellán de una comunidad religiosa. Se dedicó a la contemplación, al estudio, a predicar en la región de Flandes y a escribir ensayos contra el marxismo, el materialismo y la secularización.
Fue creador de métodos apostólicos de vanguardia, asimismo, promovió asociaciones sacerdotales, de seglares, de renovación litúrgica y de catequesis, entre otras. Forma un Circulo del Catecismo, así como una Liga de Comunión. Confesor y predicador incansable, exclamó, ante la pregunta de un sacerdote al verle frente al altar: "...le estoy haciendo compañía a Nuestro Señor. Me encuentro demasiado cansado para hablarle, así que estoy descansando a su lado".
De gran influencia en su vida sacerdotal, fue la visita que realizó en 1920 a la tumba de Santa Teresita del Niño Jesús, la carmelita de Lisieux, de esta religiosa aprendió a profundizar su vida espiritual. En 1922 viaja a Leopoldsburgo, en donde se encargó de los clérigos de todo el país que realizaban el servicio militar. Extenuado, muere debido a los continuos ayunos y penitencias, así como por su ardua labor catequética.
Juan Pablo II 1o beatifica el 3 de octubre de 1999, afirmando que el Beato Eduardo Poppe: "...consagró su vida a Cristo en el ministerio sacerdotal. Se convierte hoy en modelo para los sacerdotes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario