lunes, 15 de julio de 2019

San Vladímir de Kiev


A la muerte de Sviatoslav en el año 972, el reino se dividió entre sus hijos: Yaropolk recibió Kiev; Oleg Drevnalia o el país de los drevlianos (al noroeste de Kiev); y Vladimir, el más joven, Novgorod.

Se desató una guerra entre Yaropolk de Kiev y su hermano menor Oleg de Drevnalia. En el año 977, Vladimir visitó a Haakon Sigurdsson, gobernante de Noruega, y reclutó una gran cantidad de guerreros vikingos para que le ayudaran a recuperar Nóvgorod. Al año siguiente, marchó contra Yaropolk.

En su camino a Kiev, envió embajadores a Rógvolod, el príncipe de Pólotsk, para pedir la mano de su hija Rogneda. La princesa rehusó casarse con él, pero Vladimir atacó Pólotsk y tomó a Rogneda a la fuerza, Pólotsk resultó ser un lugar clave, junto con Smolensko, para la toma de Kiev en el año 980, cuando Vladimir acusó a Yaropolk de traición y fue proclamado gobernante de la Rus de Kiev, ordenado el asesinato de su hermanastro.

El reinado de Yaropolk (972-978), era de tendencia aperturista hacia la nueva fe cristiana, pero tuvo grandes problemas internos derivados no solamente por este aperturismo sino por las constantes intrigas que querían despojarlo del poder.

La Rus de Kiev, tenía una estructura administrativa creada por los vikingos, las clases estaban también bastante definidas (príncipes, boyardos-nobles y pueblo que trabajan para las clases más ricas).

Ya como regente del principado, Vladimir continuó expandiendo sus territorios. En el año 981 conquistó numerosas ciudades ubicadas en lo que hoy es la Galicia ucraniana; en el año 983 tomó control de la zona que se encuentra entre Lituania y Polonia, además de construir muchas fortalezas y colonias alrededor de su reino.

Vladimir comenzó su reinado con una defensa a ultranza del paganismo, llegando a tener hasta 800 concubinas y numerosas esposas, y eligió a Perún como la principal deidad del panteón eslavo y colocó una estatua suya en unos de los principales lugares de la ciudad de Kiev y de las principales ciudades, en esa época las ciudades (exceptuando Kiev y Novgorod) eran muy pequeñas, éstas estaban habitadas por pequeños comerciantes y artesanos.

Vladimir era un hombre de estado e intentó que la unificación del reino fuera política y religiosa. Para realizar la unificación política, era muy importante la unificación religiosa. Los eslavos del sur estaban muy influenciados por los bizantinos, por consiguiente había muchos cristianos. Mientras, su élite política varega era muy reacia al cristianismo. En un principio favoreció a los vikingos, persiguiendo al cristianismo (según fuentes bizantinas), aunque posteriormente se dió cuenta de la ineficacia del paganismo para la unificación de su pueblo, dado que las religiones monoteístas son las ideales para una monarquía absoluta.

Las principales religiones monoteístas del momento eran el cristianismo, con sus vertientes ortodoxa y romana, el islamismo y el judaísmo. Según la Crónica de Néstor en el año 986, Vladimir mandó embajadores para analizar los pros y los contras de cada una de las religiones monoteistas. Al final se decidió por el cristianismo ortodoxo, pues quedó impresionado por los relatos de sus enviados sobre la fastuosidad del rito bizantino. Pero lo que más le convenció fue que al convertirse al cristianismo iba a tener al emperador bizantino como padre espiritual, pero debido a la lejanía de Constantinopla, iba a poder actuar a voluntad.

Vladimir realizó una visita a Constantinopla y quedó maravillado de esta capital (500.000 habitantes), con sus catedrales y sus cúpulas doradas y cuentan que Vladimir soñaba con convertir a Kiev en otra capital como Constantinopla.

Además de las relaciones comerciales, de las relaciones culturales (descendientes de Cirilo y Metodio ya realizaban sus misiones en tierras de la Rus), los ortodoxos ofrecían la liturgia en su propia lengua y además el emperador bizantino ofreció la mano de su hermana, la princesa Ana, previo apoyo militar de la Rus a Bizancio con un ejército de 6.000 hombres que pasaría a llamarse Guardia Varega, para suprimir una revuelta de dos generales bizantinos. Este matrimonio supondría el reconocimiento internacional del príncipe Vladimir.

En 988 asedió y capturó la ciudad bizantina de Korsún (Quersoneso) en el territorio de Cherson en Crimea, de gran importancia comercial y política, que aún estaba en poder de los rebeldes.

Esta campaña puede haber sido dictada por su deseo de asegurar los beneficios prometidos por Basilio II cuando pidió ayuda a la Rus de Kiev contra Phocas. En recompensa por la evacuación de Quersoneso, a Vladímir le prometieron la mano de la hermana del emperador, Ana Porfirogéneta. Antes de la boda. Vladímir fue bautizado en Querosneso (otros autores dicen que en Kiev).

La emperatriz Ana trajo con ella una corte de bizantinos, entre los que se encontraban escultores, pintores y arquitectos que fueron los que hicieron que se produjese una rápida bizantinización. Se produjeron las primeras traducciones litúrgicas al protoeslavo, y se construyeron una gran cantidad de iglesias (aprox. 400), entre las que destacan la iglesia de Santa Sofía de Kiev, en el mismo lugar donde años antes había mandado construir una enorme estatua dedicada a Perún. En el año 997 se instauró el arzobispado de Kiev.

La Iglesia rusa se organizó según el modelo de la bizantina, con los obispos y el clero de origen griego en un principio.

Le fueron asignados asuntos de la vida jurídica y de la administración pública, como el control de los pesos y medidas. Vladimir le asignó una décima parte de los derechos judiciales, y un diezmo del ganado y los cereales de la población que vivía en sus tierras. La Iglesia fue acumulando bienes. La codificación de los derechos de la Iglesia tuvo una gran importancia y repercutió fuera del ámbito eclesiástico, pues animó a que se codificaran otros estamentos civiles.

Vladimir se dedicó a defender la frontera suroriental de los pechenegos. Construyó en esta zona una serie de fortificaciones y mandó fortificar Kiev.

Siguiendo la costumbre de sus abuelos, repartió su reino entre sus hijos, dando la ciudad de Novgorod en feudo a su hijo mayor Yaroslav; éste se rebeló contra él y se negó a dar servicio o tributo. En 1.014 Vladimir se preparaba para marchar hacia el norte a Novgorod y quitársela a su desobediente hijo, mientras Yaroslav pedía ayuda de los varegos contra su padre. Vladimir cayó enfermo y murió en el camino.

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