Roque González de Santa Cruz, nacido en 1576, en Asunción. De una destacada familia criolla, sus padres fueron: Don Bartolomeo González de Villaverde y Doña María Santa Cruz, recibe el sentido de nobleza y selección de mano y seguridad.
Eran 7 hermanos, tres siguieron los estudios eclesiásticos. Pedro, Gabriel y Roque. El ambiente piadoso familiar lo completa Roque junto al Prelado Fray Alonso Guerra y posteriormente en el colegio de los jesuitas Saloni y Marcial de Lorenzo y bajo la influencia del franciscano Hernando de Trejo y Sanabria, obispo de Tucumán, en el año 1598. Pero no se hiso sacerdote para disfrutar de honores y poderes. Concibe el sacerdocio como una entrega al trabajo pastoral, una búsqueda de Dios en la evangelización de los indios o de los españoles.
Desde 1599, a sus 24 años, se marcha a la sierra de Mbaracuya y riberas del Yjuhí, hasta 1628, fecha de su martirio, a los 53 años, su vida es una entrega por el Reino de Dios. En 1608 renuncia al cargo de Provisor Vicario General de Asunción que le ofrecía el obispo franciscano Reginaldo de Lizárraga, era un servicio a dios y a la Iglesia pero con ciertas comodidades y honores: por eso renuncia a todo y se hace Jesuita. Se entrega a una vida heroica entre los Indios, abriendo nuevos caminos. Roque en su mundo interior tuvo tres elementos de Espiritualidad que era “La Santa Cruz”, “La Virgen María” que el llamaba “La Conquistadora” y el ultimo “Amor y culto a la Eucaristía”.
Todo este mundo interior tan rico y variado queda sentido e impulso a su fuerte actividad. Capaz de trabajar largas horas, Roque González, para ayudar a sus indios, pero también para enseñarles. Se siente llamado a educar a formar aquellos hijos que iba engendrando.
Los educaba en la fe, largas horas de enseñanza del catecismo que lo traducía al guaraní. También la enseñanza del cultivo del campo y más allá aun, de la construcción y las primeras artesanías de vivienda y vestidos.
También atendió a la educación de hábitos y convivencia y moralidad cristiana, y de política, gobernación y responsabilidad. Roque González en su ser “Americano-español del siglo XVII”, fue un genial civilizador y fundador de reducciones. Roque González el hombre que conquista y abre caminos, es el hombre que se siente enviado por dios. ¡Roque González! Fundador de las reducciones de los indios en el Paraguay, Misiones y Río Grande.
El testimonio final de su sangre sella y da sentido a lo que fue toda u vida: “un servicio a Dios hasta la muerte”. Una muerte aceptada, sabia que lo estaban buscando para matarlo. La conjuración de Ñezú, el cacique principal de Yjuhí contra los misioneros ha estallado: la campanita de Caaró será el núcleo de las acciones: mientras Roque González se dedicaba a adaptarla al culto, llegó sobre su cabeza el terrible golpe de “y taisá” hacha de piedra. Acababa de decir misa. Murió instantáneamente, contaba 52 años. Era el miércoles 15 de noviembre de 16 28. como todo apóstol recorrió las tres clásicas estaciones, vocación, dedicación y martirio. Su sangre era la firma última a todas las páginas de su vida heroica y la ratificación de Dios.
En resumen: ROQUE GONZÁLEZ DE SANTA CRUZ una cruz levantada y erguida en el suelo americano y extendido sus brazos sobre pueblos y siglos. Roque González y la Compañía de Jesús ingresó el 9 de mayo de 16 09, comenzó su tarea en el Yjuhí o Mbaracayú, el Padre Roque cumplía una de las tareas más difíciles: evangelizar a los guaycurúes con el Padre Vicente Griffi. Al llegar con los indios tuvieron que dar muestras que venían en son de paz, es así que convivieron con ellos. Aparte San Roque González en las obras de San Ignacio: fundada por el Padre Lorenzana (1609). En 1611 se hizo cargo de la reducción, sobrellevó una peste de viruela y hambre. Fue él quien la construyó y la solidificó San Ignacio se convertía en el centro de abundancia espiritual y económico. El Sistema Jurídico de las reducciones se empleaba para salvar al indio de su destrucción. Roque González va consagrando sus energías en la evangelización de los indios. En las reducciones los indios no eran enmendados ni obligados a pagar tributos, los indios empezaron a cobrar conciencia de sus derechos gracias a la defensa de los padres, se entregó gozoso aún en sus tribulaciones porque ya en ella la voluntad de Dios ofreciéndose todo entero como instrumento de su reino y gloria.
El catecismo guaraní: la primera traducción del catecismo al guaraní lo hizo Fray Luis Bolaños. La traducción del tercer catecismo lo hizo el Padre Roque, el dominio de esta lengua le sirvió para dicha traducción. Roque González y su entrada al Paraná: a fines de 1614 Roque hizo su primera incursión al Paraná y halló un sitio para instalarse donde emplazó una Cruz Redentora. Esta acción contó con el apoyo del Padre Lorenzana… El hermano del padre Roque suscribió parte favorable al Padre Roque y otras para fundar tres o cuatro reducciones donde mejor le pareciera. La fundación de la actual Posadas. Fecha 25 de marzo de 1615.
lugar: el solar que hoy ocupa Posadas. Nombre: Nuestra Sra. De la Anunciación de Itapúa posteriormente se trasladó a la orilla vecina (hoy Encarnación). Los indios del lugar, nos dice el Padre Roque, defendían celosamente la cruz; el se acomodó en una chozuela junto al río, luego en una choza de paja algo mejor. Comían un poco de maíz cocido y harina de mandioca.
Fue el Padre Roque el fundador de la primitiva Posadas a falta de pan comían cardos silvestres. Recorrió toda la provincia de Misiones siempre motivado y motivando en su afán evangelizador, llevando la palabra de Dios a los lugares más recónditos de la selva misionera. De la primitiva Itapúa el Padre Roque partió hacia la laguna Santa Ana donde fundó, con trescientos indios la reducción Santa Ana. Allí levantó una iglesia. En 1616 fundó la reducción Yaguapoa, que al principio tuvo una cruz y una pequeña capilla sin sacerdote fijo. Esta, más tarde se fundió con la de Corpus Christi que había sido fundada en 1622 por los Padres Roque, Boroa y Romero.
El 8 de diciembre de 16 19, fundó la reducción de la Concepción a una legua del río Uruguay.
La segunda fundación que hizo el Padre Roque en el Uruguay fue la de San Nicolás de Piratiní, el día de Santa Cruz el 3 de mayo de 16 26. En ese mismo año fundó la tercera reducción, la de San Francisco Javier a unas leguas de Concepción, río abajo y de la otra banda. El 4 de febrero de 16 27, por orden del provincial Nicolás Durán, fundó la reducción de Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú, en la confluencia de los ríos Guaviraví y Uruguay. La reducción de Yapeyú era la más distante de todas, por ello dificultó su atención y a pesar de ello, con el tiempo llegó a ser una de las más famosas. A fines de 1627, en febrero, el Padre provincial nombró al Beato Roque González superior de las misiones del Uruguay.
En sus posteriores recorridas fundó Nuestra Señora de la Candelaria, que después fue destruida por los indios Papés. Posteriormente, en el año 1665 fue trasladado al lugar donde ocupa la actual Posadas, retirándose años después a otro lugar más al sureste donde estuvo hasta 1767. esta reducción fue la capital de todas las reducciones fundadas sobre el Paraná y el Uruguay.
Las últimas reducciones fundadas por el Padre Roque fueron la de Asunción del Yjuhí el 15 de agosto de 16 28 y la de todos los Santos del Caaró el 1 de noviembre del mismo año en territorio actualmente del Brasil. Los Padres Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan de Castillo, fueron los primeros misioneros muertos por la fe en las reducciones jesuitas del Paraguay, cuyo martirio selló la Iglesia, confiriéndoles a los tres honores de beatificación.
En noviembre de 1628 caían los misioneros bajo los golpes de la turbulenta indiada, y ya al año siguiente se realizaba el proceso en Buenos Aires, y en los años consecutivos en Corrientes y Candelaria. Autor principal e instigador único de la muerte fue Ñezú el indio hechicero del Yjuhí, quien se propuso, con los caciques de las tribus acabar con los hombres de sotana. Garuhapé, cacique hechicero del Caaró, se comprometió, ayudado con su gente, a acabar con los padres Roque y Alonso y Juan del Castillo que estaban en las reducciones de todos los Santos del Caaró y Asunción del Yjuhí, respectivamente.
Los procesos diocesanos de beatificación y canonización comenzaron en Buenos Aires el 4 de marzo de 16 29 y terminaron en la Candelaria el 12 de noviembre de 16 31. En 1929 se efectuaron los procesos apostólicos en Buenos Aires, Corrientes y Montevideo, enviándose la causa a Roma, y se llegó a los honores de la beatificación de los tres mártires jesuitas por las letras apostólicas.
Heroico testimonio
Asunción del Paraguay, año 1576; nace ROQUE GONZÁLEZ, de Santa Cruz. Sus padres habían llegado de España. Tuvieron diez hijos, Roque, Pedro y Gabriel siguieron la carrera eclesiástica. Francisco fue Teniente Gobernador de Asunción. Juan, acompaña a Juan de Garay en la fundación de Santa Fe. Roque en 1598, fue ordenado sacerdote por el obispo Fray Hernando de Trejo y Sanabria. Había cumplido 22 años.
Desde el comienzo llama la atención su empuje misionero. Por eso no nos sorprende encontrarlo en las Sierras del Mbaracayú, evangelizando a los guaraníes. Luego fue párroco de la Catedral de Asunción y Vicario General. Su ideal misionero le sugería algo más.
En 1609 ingresa en la Compañía de Jesús. En 1603 él había participado en el primer Sínodo de Asunción, donde se establecen las “reducciones indígenas”. Por eso entendemos que él, ahora misionero jesuita, es el promotor de un nuevo estilo de evangelización: “Las reducciones jesuíticas” que respetan los valores culturales del pueblo evangelizado. Las reducciones eran asentamientos donde los aborígenes, a partir de sus propios elementos de cultura, eran promovidos, incorporando conocimientos y técnicas del viejo mundo.
Roque fue siempre amigo de María, la Madre. Se recuerda que llevaba consigo un cuadro que él denominó “Virgen Conquistadora”, quien los orientaba para acercarlos a Dios. Roque tradujo el tercer catecismo traído de Lima, al guaraní. Desde la primera reducción, San Ignacio Guazú, escribía en el año 1613: “Se les predicó nuestra fe como lo hicieron los apóstoles, y no con la espada”.
En 1615 organiza reducciones en Itapúa: Anunciación, hoy Posadas, Encarnación en Paraguay y Santa Ana en Misiones.
En 1617 se encaminó al norte, por el Alto Paraná, hasta los Saltos del Guaira.
En 1618 funda Concepción de la Sierra, cruza el Uruguay y realiza fundaciones en lo que hoy es Brasil: San Nicolás de Piratiní, San Francisco Javier y Candelaria de Ybycuity.
En 1627 funda Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú. Meses más tarde, nuevamente en Brasil, organiza las reducciones de Candelaria del Caazapaminí, Asunción del Yjuhí y todos los Santos del Caaró, donde el 15 de noviembre de 1628 muere martirizado. A el le confían las gentes la protección del corazón. Le acompañaron en esta obra inédita y heroica, también en el sacrificio, dos valientes misioneros: Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo.
ALFONSO RODRÍGUEZ, nacido en Zamora, España. Terminó sus estudios en Córdoba, Argentina. Evangelizó en el Chaco Paraguayo y en Encarnación. El mismo día que Roque González, murió martirizado en el Caaró. El Pueblo le pide protección ante posibles enfermedades de los ojos.
JUAN DEL CASTILLO: oriundo de Cuenca, España. Terminó sus estudios en el Colegio Máximo de Córdoba, Argentina. Enseñó humanidades en Concepción, Chile. Ordenado sacerdote acompañó a ROQUE GONZÁLEZ en la evangelización y promoción de los guaraníes. Cerca del Caaró, en la reducción de Asunción de Yjuhí, dos días después de la muerte violenta de Roque y Alfonso, fue torturado y muerto salvajemente. Tenía 32 años. Es patrono e intercesor de estudiantes y profesores universitarios. El corazón de Roque González, muchas veces peregrino, se conserva en su ciudad, Asunción, en la capilla de los Mártires, parroquia de Cristo Rey. El 28 de enero de 1934 el Papa Pío XI beatificó a los tres Mártires Rioplatenses.
El 16 de mayo de 1988, Juan Pablo II, en visita apostólica al Paraguay, declaró SANTOS a los tres mártires, expresando: “Todos ellos gastaron su vida en cumplir el mandato de Cristo de anunciar su mensaje “hasta los confines de la tierra” (Hechos 1,8). La fuerza salvadora y liberadora del Evangelio se hizo vida en estos tres abnegados sacerdotes jesuitas que la Iglesia en este día presenta como modelos evangelizadores”.
Eran 7 hermanos, tres siguieron los estudios eclesiásticos. Pedro, Gabriel y Roque. El ambiente piadoso familiar lo completa Roque junto al Prelado Fray Alonso Guerra y posteriormente en el colegio de los jesuitas Saloni y Marcial de Lorenzo y bajo la influencia del franciscano Hernando de Trejo y Sanabria, obispo de Tucumán, en el año 1598. Pero no se hiso sacerdote para disfrutar de honores y poderes. Concibe el sacerdocio como una entrega al trabajo pastoral, una búsqueda de Dios en la evangelización de los indios o de los españoles.
Desde 1599, a sus 24 años, se marcha a la sierra de Mbaracuya y riberas del Yjuhí, hasta 1628, fecha de su martirio, a los 53 años, su vida es una entrega por el Reino de Dios. En 1608 renuncia al cargo de Provisor Vicario General de Asunción que le ofrecía el obispo franciscano Reginaldo de Lizárraga, era un servicio a dios y a la Iglesia pero con ciertas comodidades y honores: por eso renuncia a todo y se hace Jesuita. Se entrega a una vida heroica entre los Indios, abriendo nuevos caminos. Roque en su mundo interior tuvo tres elementos de Espiritualidad que era “La Santa Cruz”, “La Virgen María” que el llamaba “La Conquistadora” y el ultimo “Amor y culto a la Eucaristía”.
Todo este mundo interior tan rico y variado queda sentido e impulso a su fuerte actividad. Capaz de trabajar largas horas, Roque González, para ayudar a sus indios, pero también para enseñarles. Se siente llamado a educar a formar aquellos hijos que iba engendrando.
Los educaba en la fe, largas horas de enseñanza del catecismo que lo traducía al guaraní. También la enseñanza del cultivo del campo y más allá aun, de la construcción y las primeras artesanías de vivienda y vestidos.
También atendió a la educación de hábitos y convivencia y moralidad cristiana, y de política, gobernación y responsabilidad. Roque González en su ser “Americano-español del siglo XVII”, fue un genial civilizador y fundador de reducciones. Roque González el hombre que conquista y abre caminos, es el hombre que se siente enviado por dios. ¡Roque González! Fundador de las reducciones de los indios en el Paraguay, Misiones y Río Grande.
El testimonio final de su sangre sella y da sentido a lo que fue toda u vida: “un servicio a Dios hasta la muerte”. Una muerte aceptada, sabia que lo estaban buscando para matarlo. La conjuración de Ñezú, el cacique principal de Yjuhí contra los misioneros ha estallado: la campanita de Caaró será el núcleo de las acciones: mientras Roque González se dedicaba a adaptarla al culto, llegó sobre su cabeza el terrible golpe de “y taisá” hacha de piedra. Acababa de decir misa. Murió instantáneamente, contaba 52 años. Era el miércoles 15 de noviembre de 16 28. como todo apóstol recorrió las tres clásicas estaciones, vocación, dedicación y martirio. Su sangre era la firma última a todas las páginas de su vida heroica y la ratificación de Dios.
En resumen: ROQUE GONZÁLEZ DE SANTA CRUZ una cruz levantada y erguida en el suelo americano y extendido sus brazos sobre pueblos y siglos. Roque González y la Compañía de Jesús ingresó el 9 de mayo de 16 09, comenzó su tarea en el Yjuhí o Mbaracayú, el Padre Roque cumplía una de las tareas más difíciles: evangelizar a los guaycurúes con el Padre Vicente Griffi. Al llegar con los indios tuvieron que dar muestras que venían en son de paz, es así que convivieron con ellos. Aparte San Roque González en las obras de San Ignacio: fundada por el Padre Lorenzana (1609). En 1611 se hizo cargo de la reducción, sobrellevó una peste de viruela y hambre. Fue él quien la construyó y la solidificó San Ignacio se convertía en el centro de abundancia espiritual y económico. El Sistema Jurídico de las reducciones se empleaba para salvar al indio de su destrucción. Roque González va consagrando sus energías en la evangelización de los indios. En las reducciones los indios no eran enmendados ni obligados a pagar tributos, los indios empezaron a cobrar conciencia de sus derechos gracias a la defensa de los padres, se entregó gozoso aún en sus tribulaciones porque ya en ella la voluntad de Dios ofreciéndose todo entero como instrumento de su reino y gloria.
El catecismo guaraní: la primera traducción del catecismo al guaraní lo hizo Fray Luis Bolaños. La traducción del tercer catecismo lo hizo el Padre Roque, el dominio de esta lengua le sirvió para dicha traducción. Roque González y su entrada al Paraná: a fines de 1614 Roque hizo su primera incursión al Paraná y halló un sitio para instalarse donde emplazó una Cruz Redentora. Esta acción contó con el apoyo del Padre Lorenzana… El hermano del padre Roque suscribió parte favorable al Padre Roque y otras para fundar tres o cuatro reducciones donde mejor le pareciera. La fundación de la actual Posadas. Fecha 25 de marzo de 1615.
lugar: el solar que hoy ocupa Posadas. Nombre: Nuestra Sra. De la Anunciación de Itapúa posteriormente se trasladó a la orilla vecina (hoy Encarnación). Los indios del lugar, nos dice el Padre Roque, defendían celosamente la cruz; el se acomodó en una chozuela junto al río, luego en una choza de paja algo mejor. Comían un poco de maíz cocido y harina de mandioca.
Fue el Padre Roque el fundador de la primitiva Posadas a falta de pan comían cardos silvestres. Recorrió toda la provincia de Misiones siempre motivado y motivando en su afán evangelizador, llevando la palabra de Dios a los lugares más recónditos de la selva misionera. De la primitiva Itapúa el Padre Roque partió hacia la laguna Santa Ana donde fundó, con trescientos indios la reducción Santa Ana. Allí levantó una iglesia. En 1616 fundó la reducción Yaguapoa, que al principio tuvo una cruz y una pequeña capilla sin sacerdote fijo. Esta, más tarde se fundió con la de Corpus Christi que había sido fundada en 1622 por los Padres Roque, Boroa y Romero.
El 8 de diciembre de 16 19, fundó la reducción de la Concepción a una legua del río Uruguay.
La segunda fundación que hizo el Padre Roque en el Uruguay fue la de San Nicolás de Piratiní, el día de Santa Cruz el 3 de mayo de 16 26. En ese mismo año fundó la tercera reducción, la de San Francisco Javier a unas leguas de Concepción, río abajo y de la otra banda. El 4 de febrero de 16 27, por orden del provincial Nicolás Durán, fundó la reducción de Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú, en la confluencia de los ríos Guaviraví y Uruguay. La reducción de Yapeyú era la más distante de todas, por ello dificultó su atención y a pesar de ello, con el tiempo llegó a ser una de las más famosas. A fines de 1627, en febrero, el Padre provincial nombró al Beato Roque González superior de las misiones del Uruguay.
En sus posteriores recorridas fundó Nuestra Señora de la Candelaria, que después fue destruida por los indios Papés. Posteriormente, en el año 1665 fue trasladado al lugar donde ocupa la actual Posadas, retirándose años después a otro lugar más al sureste donde estuvo hasta 1767. esta reducción fue la capital de todas las reducciones fundadas sobre el Paraná y el Uruguay.
Las últimas reducciones fundadas por el Padre Roque fueron la de Asunción del Yjuhí el 15 de agosto de 16 28 y la de todos los Santos del Caaró el 1 de noviembre del mismo año en territorio actualmente del Brasil. Los Padres Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez y Juan de Castillo, fueron los primeros misioneros muertos por la fe en las reducciones jesuitas del Paraguay, cuyo martirio selló la Iglesia, confiriéndoles a los tres honores de beatificación.
En noviembre de 1628 caían los misioneros bajo los golpes de la turbulenta indiada, y ya al año siguiente se realizaba el proceso en Buenos Aires, y en los años consecutivos en Corrientes y Candelaria. Autor principal e instigador único de la muerte fue Ñezú el indio hechicero del Yjuhí, quien se propuso, con los caciques de las tribus acabar con los hombres de sotana. Garuhapé, cacique hechicero del Caaró, se comprometió, ayudado con su gente, a acabar con los padres Roque y Alonso y Juan del Castillo que estaban en las reducciones de todos los Santos del Caaró y Asunción del Yjuhí, respectivamente.
Los procesos diocesanos de beatificación y canonización comenzaron en Buenos Aires el 4 de marzo de 16 29 y terminaron en la Candelaria el 12 de noviembre de 16 31. En 1929 se efectuaron los procesos apostólicos en Buenos Aires, Corrientes y Montevideo, enviándose la causa a Roma, y se llegó a los honores de la beatificación de los tres mártires jesuitas por las letras apostólicas.
Heroico testimonio
Asunción del Paraguay, año 1576; nace ROQUE GONZÁLEZ, de Santa Cruz. Sus padres habían llegado de España. Tuvieron diez hijos, Roque, Pedro y Gabriel siguieron la carrera eclesiástica. Francisco fue Teniente Gobernador de Asunción. Juan, acompaña a Juan de Garay en la fundación de Santa Fe. Roque en 1598, fue ordenado sacerdote por el obispo Fray Hernando de Trejo y Sanabria. Había cumplido 22 años.
Desde el comienzo llama la atención su empuje misionero. Por eso no nos sorprende encontrarlo en las Sierras del Mbaracayú, evangelizando a los guaraníes. Luego fue párroco de la Catedral de Asunción y Vicario General. Su ideal misionero le sugería algo más.
En 1609 ingresa en la Compañía de Jesús. En 1603 él había participado en el primer Sínodo de Asunción, donde se establecen las “reducciones indígenas”. Por eso entendemos que él, ahora misionero jesuita, es el promotor de un nuevo estilo de evangelización: “Las reducciones jesuíticas” que respetan los valores culturales del pueblo evangelizado. Las reducciones eran asentamientos donde los aborígenes, a partir de sus propios elementos de cultura, eran promovidos, incorporando conocimientos y técnicas del viejo mundo.
Roque fue siempre amigo de María, la Madre. Se recuerda que llevaba consigo un cuadro que él denominó “Virgen Conquistadora”, quien los orientaba para acercarlos a Dios. Roque tradujo el tercer catecismo traído de Lima, al guaraní. Desde la primera reducción, San Ignacio Guazú, escribía en el año 1613: “Se les predicó nuestra fe como lo hicieron los apóstoles, y no con la espada”.
En 1615 organiza reducciones en Itapúa: Anunciación, hoy Posadas, Encarnación en Paraguay y Santa Ana en Misiones.
En 1617 se encaminó al norte, por el Alto Paraná, hasta los Saltos del Guaira.
En 1618 funda Concepción de la Sierra, cruza el Uruguay y realiza fundaciones en lo que hoy es Brasil: San Nicolás de Piratiní, San Francisco Javier y Candelaria de Ybycuity.
En 1627 funda Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú. Meses más tarde, nuevamente en Brasil, organiza las reducciones de Candelaria del Caazapaminí, Asunción del Yjuhí y todos los Santos del Caaró, donde el 15 de noviembre de 1628 muere martirizado. A el le confían las gentes la protección del corazón. Le acompañaron en esta obra inédita y heroica, también en el sacrificio, dos valientes misioneros: Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo.
ALFONSO RODRÍGUEZ, nacido en Zamora, España. Terminó sus estudios en Córdoba, Argentina. Evangelizó en el Chaco Paraguayo y en Encarnación. El mismo día que Roque González, murió martirizado en el Caaró. El Pueblo le pide protección ante posibles enfermedades de los ojos.
JUAN DEL CASTILLO: oriundo de Cuenca, España. Terminó sus estudios en el Colegio Máximo de Córdoba, Argentina. Enseñó humanidades en Concepción, Chile. Ordenado sacerdote acompañó a ROQUE GONZÁLEZ en la evangelización y promoción de los guaraníes. Cerca del Caaró, en la reducción de Asunción de Yjuhí, dos días después de la muerte violenta de Roque y Alfonso, fue torturado y muerto salvajemente. Tenía 32 años. Es patrono e intercesor de estudiantes y profesores universitarios. El corazón de Roque González, muchas veces peregrino, se conserva en su ciudad, Asunción, en la capilla de los Mártires, parroquia de Cristo Rey. El 28 de enero de 1934 el Papa Pío XI beatificó a los tres Mártires Rioplatenses.
El 16 de mayo de 1988, Juan Pablo II, en visita apostólica al Paraguay, declaró SANTOS a los tres mártires, expresando: “Todos ellos gastaron su vida en cumplir el mandato de Cristo de anunciar su mensaje “hasta los confines de la tierra” (Hechos 1,8). La fuerza salvadora y liberadora del Evangelio se hizo vida en estos tres abnegados sacerdotes jesuitas que la Iglesia en este día presenta como modelos evangelizadores”.
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