domingo, 2 de mayo de 2010

Historia del ROSARIO (2º y última parte)

(SEGUNDA y ÚLTIMA PARTE)


A continuación se dicen las Letanías a la Virgen María

LECTOR. Señor, ten misericordia de nosotros
TODOS. Señor, ten misericordia de nosotros
LECTOR. Cristo, ten misericordia de nosotros

TODOS. Cristo, ten misericordia de nosotros
LECTOR. Señor, ten misericordia de nosotros

TODOS. Señor, ten misericordia de nosotros
LECTOR. Cristo, óyenos
TODOS. Cristo, óyenos
LECTOR. Cristo, escúchanos
TODOS. Cristo, escúchanos
LECTOR. Dios, Padre celestial,
TODOS. Ten piedad de nosotros.
LECTOR. Dios Hijo, Redentor del mundo,
TODOS. Ten piedad de nosotros.
LECTOR. Dios Espíritu Santo,
TODOS. Ten piedad de nosotros.
LECTOR. Trinidad Santa, un solo Dios,
TODOS. Ten piedad de nosotros.

Se sigue con la LETANIA y se van enumerando una a una, de la forma siguiente ejemplo:

LECTOR. Santa María,
TODOS.
Ruega por nosotros, y así sucesivamente hasta acabar toda la lista.

Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virginal,
Madre sin mancha de pecado,
Madre Inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los que confiesan su fe,
Reina de las vírgenes,
Reina de los santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta al cielo,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,

LECTOR. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
TODOS. Perdónanos, Señor
LECTOR. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
TODOS. Perdónanos, Señor
LECTOR. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
TODOS. Perdónanos, Señor

Oración Final
Te suplicamos, Señor, que habiendo meditado los misterios del Santísimo Rosario de la Beatísima Virgen María, imitemos lo que contienen y obtengamos lo que nos prometen. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

LECTOR. Ave María Purísima.
TODOS. Sin pecado concebida.

O bien, cuando se rezan los misterios gozosos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

LECTOR. Ave María Purísima.
TODOS. Sin pecado concebida.

O bien, cuando se rezan los misterios luminosos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

LECTOR. Ave María Purísima.
TODOS. Sin pecado concebida.

O bien, cuando se rezan los misterios dolorosos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

LECTOR. Ave María Purísima.
TODOS. Sin pecado concebida.

O bien, cuando se rezan los misterios gloriosos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

LECTOR. Ave María Purísima.
TODOS. Sin pecado concebida.


LOS BENEFICIOS DEL ROSARIO

1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesús Cristo.
2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas.
3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.
4. Nos facilita practicar la virtud.
5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.
6. Nos enriquece con gracias y meritos.
7. Nos provee con lo necesario para pagar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se obtiene toda clase de gracia de nuestro Dios todopoderoso.




BENDICIONES DEL ROSARIO

1. Los pecadores son perdonados.
2. Las almas sedientas son refrescadas.
3. Aquellos que son soberbios encuentran la sencillez.
4. Aquellos que sufren encontrarán consuelo.
5. Aquellos que están intranquilos encontrarán paz.
6. Los pobres encontrarán paz.
7. Los religiosos son reformados.
8. Aquellos que son ignorantes serán instruidos.
9. Los vivos aprenderán a sobrepasar el orgullo.
10. Los muertos (las almas santas) aliviarán sus dolores por privilegios.




1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
15. La devoción a mi Rosario es una señal de predestinación.





La señal de la Cruz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Acto de contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado, porque he merecido el Infierno y perdido el Cielo, y sobre todo porque te ofendí a ti, que eres bondad infinita a quien yo amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente con tu gracia no volver a pecar, evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Confío me perdonarás por tu infinita misericordia.
Amén


EL Credo
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible.
Creo en un Solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho.
El cual por nosotros los hombres, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de maría la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén


El Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo.
Santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Ave María
Dios te salve, María.
Llena eres de gracia.
El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte.
Amén.




Gloria
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.



Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Sea, pues, Señora, abogada nuestra: vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh clemente, oh piadosa, oh dulce ¡Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amen.

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