sábado, 24 de enero de 2009

Lecturas del 25/01/2009, Domingo de la 3ª semana de Tiempo Ordinario.

Desde hoy, y todos los domingos, al final de las lecturas, encontrareis la homilía correspondiente a las mismas, estaran realizadas por el Padre Marista Luis Carlos Aparicio Mesones.

Os recomiendo que no dejéis pasar de leerle, porque es un placer para el espíritu, por su enorme calidad humana y su saber hacer.



PRIMERA LECTURA (Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-5. 10)

Los ninivitas se convirtieron de su mala vida

En aquellos días, vino la palabra del Señor sobre Jonás: - «Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.» Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: - «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños. Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.

SEGUNDA LECTURA (Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 29-31)

La representación de este mundo se termina

Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 14-20)

Convertíos y creed en el Evangelio

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: - «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: - «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Palabra del Señor.

Adios, pueblo de ayacucho


Juntos cambiaremos el mundo

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