lunes, 31 de agosto de 2009

Lecturas del 31/08/2009, Lunes de la 22ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 13-18)

A los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 16-30)

Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres... Ningún profeta es bien mirado en su tierra
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: -«Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: -« ¿No es éste el hijo de José?» Y Jesús les dijo: -«Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo Y'; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm.» Y añadió: -«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habla muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habla en Israel en tiempos de] profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.» Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.

Palabra del Señor


domingo, 30 de agosto de 2009

Lecturas del 30/08/2009, Domingo de la 22ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Deuteronomio 4,1-2.6-8)

No añadáis nada a lo que os mando.... así cumpliréis los preceptos del Señor
Moisés habló al pueblo, diciendo: - «Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente." Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?»

SEGUNDA LECTURA (Lectura de la carta del apóstol Santiago 1, 17-18.21b-22.27)

Llevad a la práctica la palabra
Mis queridos hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23)

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios, para aferraros a la tradición de los hombres
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: - «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?» El les contestó: - «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.» Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: - «Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, -fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»
Palabra del Señor.

Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.



Homilía - 23/08/2009, Domingo de la 22ª semana de tiempo ordinario

HOMILÍA
23/08/2009, Domingo de la 22ª semana de tiempo ordinario
Realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m

LA CERCANIA DE DIOS

Deuteronomio

Este quinto libro del Pentateuco, denominado Deuteronomio = Nuevas Leyes, representa la más auténtica tradición monoteísta de Israel: “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios es solamente uno” (Dt. 6, 4-9).
Refleja en todas sus páginas la primacía de Dios y su acción salvadora en la historia.
Israel, que conoce y se siente ser el pueblo elegido por Yahvé, proclama su presencia en medio de ellos y le da constantes gracias, porque sabe que, a pesar de todo, El asume la iniciativa y guiará sus pasos.

Las palabras del texto de hoy: “¿Hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor, nuestro Dios?”, refleja la confianza y seguridad que tienen en El.
El gobierno teocrático que nace de la Alianza del Sinaí, establece unas normas de convivencia, basadas en el Decálogo (Diez Mandamientos), que las compendia en dos fundamentales: el amor a Dios y al prójimo. El pueblo las asume, no como una imposición, sino como una propuesta salvadora, como queda reflejado en el salmo responsorial y, sobre todo en la Carta del Apóstol, Santiago:”La religión pura e intachable a los ojos de Dios es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo” (St.1,27)

Todo judío debía poner las mejores diligencias en secundar los deseos divinos a través de una obediencia leal y sumisa, que se distinguiera por la observancia de la Ley.
Sin embargo, ese “no añadir ni suprimir nada” de la tradición judía traería consecuencias negativas.

La llegada del fundamentalismo de los fariseos, erigidos en defensores de la Ley, transformó la mentalidad del pueblo, que se siente esclavizado por tanto precepto imposible de cumplir. Todo ello derivó en una práctica religiosa más impulsada por el temor que por el amor.

Jesús y la Ley

Jesús respeta la Ley, pero ante las imposiciones de los fariseos, actúa con rotundidad, acusándolos de hipócritas y de haber desvirtuado el mandamiento de Dios por tradiciones humanas, a menudo ridículas y contra el sentido común.

La grandeza del corazón de Jesús y su radical libertad no podían quedar empañadas por la estrechez de miras de los fariseos en lo referente a las purificaciones.

El evangelio según San Marcos, que hoy hemos vuelto a retomar, critica duramente estas actitudes, no porque sean malas en sí mismas, sino porque apartan al hombre del verdadero espíritu y sustancia de la Ley, que no es otro que “ la misericordia, la justicia y la lealtad” (Mt.23,23).

Lo que realmente hace daño al creyente y lo convierte en impuro no viene de fuera, sino de dentro del corazón del hombre. (Mc.7,21-22).
La Ley, según Jesús, ha sido concebida al servicio del hombre, no el hombre al servicio de la Ley.
San Pablo añadirá que la práctica estricta de la Ley, sin amor de trasfondo, mata, pero el espíritu la vivifica.

Aplicación para nuestra vida

Hace pocos días vino un compañero sacerdote, recientemente nombrado secretario de uno de los servicios de la Conferencia Episcopal, a bautizar al hijo pequeño de unos amigos de mi parroquia. Compartiendo con él, me comentaba las reservas que tenía al tomar posesión del cargo y lo contento que se encontraba ahora por haber descubierto la importancia de la Pastoral de la Salud en las acción caritativa de la Iglesia.
Colaboran con él algunos seminaristas jóvenes y voluntarios, todos ellos volcados en atender a los pobres, a los enfermos, a los marginados, pues su tiempo libre e incluso durante sus vacaciones se vuelcan en estos menesteres.

Esto contrasta con las formas burguesas de algunos sacerdotes jóvenes, preocupados por su imagen, su vestimenta conforme a los cánones vigentes y su exquisita preparación para las ceremonias litúrgicas. Cada uno dispone de coche, ordenador y buena parte de los adelantos modernos. Sinceramente, todo esto es secundario; no hay en sí ningún mal, pero refleja hasta qué punto el materialismo se ha metido también en el corazón de la Iglesia y de cada uno de nosotros.

Como en los tiempos de Jesús, lo prioritario, lo que enriquece el corazón y la mente del cristiano, sigue y seguirá siendo la preocupación por los pobres, los parados, los huérfanos, los marginados... y los enfermos, quizás los más pobres de entre los pobres, pues su vida depende de la caridad de sus cuidadores.

La Iglesia debe ser samaritana, sensible con las necesidades de los hombres y comprometida en la lucha contra la corrupción y los abusos de toda índole.

Que las palabras del profeta Isaías nos ayuden a meditar sobre el alcance de nuestra fe y nuestra entrega al prójimo:

“Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos”

También nos puede servir la plegaria eucarística V/b:

“Danos entrañas de misericordia ante toda miserias humana;
inspíranos el gesto y la palabra oportuna,
frente al hermano sólo y desamparado;
ayúdanos a mostrarnos disponibles
ante quien se siente explotado y deprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor,
de libertad, de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella
un motivo para seguir esperando”.

sábado, 29 de agosto de 2009

Lecturas del 29/08/2009, Sábado de la 21ª semana de tiempo ordinario. Martirio de San Juan Bautista.

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de Jeremías 1, 17-19)

Diles lo que yo te mando. No les tengas miedo
En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 17-29)

Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo habla metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se habla casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: -«Pídeme lo que quieras, que te lo doy.» Y le juró: -«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» Ella salió a preguntarle a su madre: -« ¿Qué le pido?» La madre le contestó: -«La cabeza de Juan, el Bautista.» Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: -«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.» El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra del Señor.



viernes, 28 de agosto de 2009

Lecturas del 28/08/2009, Viernes de la 21ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 1-8)

Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada
Hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante. Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús. Esto quiere Dios de vosotros: una vida sagrada, que os apartéis del desenfreno, que sepa cada cual controlar su propio cuerpo santa y respetuosamente, sin dejarse arrastrar por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie ofenda a su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y aseguramos. Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. Por consiguiente, el que desprecia este mandato no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 1-13)

¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -«Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: ¨ ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo! Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

Palabra del Señor.

El momento musical de hoy, esta especialmente dedicado a mis dos buenos amigos JOSÉ RAMON y CARMEN, que hoy celebra su matrimonio, ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!! y ¡¡¡ QUE DIOS OS BENDIGA!!!






jueves, 27 de agosto de 2009

Lecturas del 27/08/2009, Jueves de la 21ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-13)

Que el Señor os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos
Hermanos, en medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros, con vuestra fe, nos animáis; ahora nos sentimos vivir, sabiendo que os mantenéis fieles al Señor. ¿Cómo podremos agradecérselo bastante a Dios? ¡Tanta alegría como gozamos delante de Dios por causa vuestra, cuando pedimos día y noche veros cara a cara y remediar las deficiencias de vuestra fe! Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a veros. Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 24, 42-51)

Estad preparados
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

Palabra del Señor


miércoles, 26 de agosto de 2009

Lecturas del 26/08/2009, Miércoles de la 21ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 9-13)

Trabajando día y noche, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de lo leal, recto e irreprochable que fue nuestro proceder con vosotros, los creyentes; sabéis perfectamente que tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre con sus hijos, animándoos con tono suave y enérgico a vivir como se merece Dios, que os ha llamado a su reino y gloria. Ésa es la razón por la que no cesarnos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 27-32)

Sois hijos de los que asesinaron a los profetas
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: -« ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres! »

Palabra del Señor


martes, 25 de agosto de 2009

Lecturas del 25/08/2009, Martes de la 21ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-8)

Deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas
Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil. A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor -apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones. Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os temamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 23-26)

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: -« ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera. »

Palabra del Señor.


lunes, 24 de agosto de 2009

Lecturas del 24/08/2009, Lunes de la 21ª semana de tiempo ordinario. San Bartolomé Apóstol

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Apocalipsis 21, 9b-14)

Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero
El ángel me habló así: -«Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero.» Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51)

Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: -«Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret.» Natanael le replicó: -« ¿De Nazaret puede salir algo bueno?» Felipe le contestó: -«Ven y verás.» Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: -«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» Natanael le contesta: -« ¿De qué me conoces?» Jesús le responde: -«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» Natanael respondió: -«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le contestó: -« ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has ver cosas mayores.» Y le añadió: -«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor.


domingo, 23 de agosto de 2009

Lecturas del 23/08/2009, Domingo de la 21ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de Josué 24,1-2a.15-17.18b)

Nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!
En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: - «Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor.» El pueblo respondió: - « ¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!»

SEGUNDA LECTURA (Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 5,21-32)

Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia
Hermanos: Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres corno Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Juan 6,60-69)

¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: -«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?» Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: -« ¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.» Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: - «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: - « ¿También vosotros queréis marcharos?» Simon Pedro le contestó: - «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»

Palabra del Señor.


Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.

Homilía - 23/08/2009, Domingo de la 21ª semana de tiempo ordinario

HOMILÍA
23/08/2009, Domingo de la 21ª semana de tiempo ordinario
Realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m

NUESTRA IDENTIDAD

Josué

Desde muy niño me ha encandilado y subyugado la Historia Sagrada.
Quedan en mi mente las historias de Abraham, Isaac, Jacob, José, el caudillaje de Moisés, los Diez Mandamientos, el Arca de la Alianza, las hazañas de Gedeón, de Sansón, la actitud de Samuel, los profetas Elías y Eliseo, Daniel en el pozo de los leones, Judit, Ester, el heroísmo de los Macabeos.
Entre estos episodios bíblicos, hay uno singularmente atractivo: la entrada de Josué en la Tierra Prometida después de 40 años de travesía por el desierto del Sinaí.
Las tribus, portando el Arca de la Alianza, pasan a pie enjuto el cauce del Jordán, cuya corriente es mandada detener por Josué. Ocurre lo mismo que 40 años antes al pasar el Mar Rojo.
Josué reúne a las tribus en Siquén, donde convoca a los ancianos, cabezas de familia, jueces y alguaciles para iniciar una nueva convivencia en común, en el lugar donde los Patriarcas abrevaron sus rebaños. Está en juego la decisión del pueblo sobre su futuro inmediato: o servir a dioses extranjeros o servir a Yahvé.
Deciden de mutuo acuerdo servir a Yahvé, como era de esperar, pues les había librado de la esclavitud, marcado unas normas y guiado a una tierra que “mana leche y miel”.
Vuelven de esta manera al lugar de procedencia: Canaán. Desde aquí Jacob y sus hijos emigraron a Egipto huyendo del hambre. La Providencia se servirá de José, hijo del mismo Jacob, a quien sus hermanos habían vendido como esclavo, para llevar adelante los planes de Dios, que también escoge a Moisés para superar las dificultades nacidas de la persecución y regresar a la patria de sus orígenes.

La identidad

Los israelitas encontraron en el desierto, con Moisés, la identidad semiperdida y se constituyeron como un pueblo fuerte y purificado para iniciar una andadura difícil entre las diversas naciones cananeas.
Esta identidad, la de ser el pueblo elegido por Dios, marcará toda su historia.

Las experiencias del Pueblo de Dios son, a mínima escala, las nuestras.
La vida nos trae y nos lleva, buscamos caminos, perdemos creencias, abandonamos seguridades, seguimos aventuras, compartimos amores y desamores, nos estrellamos en múltiples proyectos, nos dejamos arrastrar por la vorágine de la política, la economía, el deporte, las prisas cotidianas y, al final, suele quedar el recuerdo de nuestras primeras creencias y amores, la firmeza de nuestras raíces y el testimonio de las personas que nos amaron y amamos.

Esta misma mañana, me lo comentaba un anciano, con el que pasé un buen rato, sentado junto a él en un banco de la calle. Me decía: “mire, puede creerme, me alejé de Dios en mi infancia, porque una religiosa, por ser buen chico e ir a comulgar en la misa de la mañana, me guardaba el mejor trozo de pan para el desayuno; cuando dejé de comulgar, me trató como al resto.¡Menuda chiquillada!

Al recordar este hecho y comprobar las dificultades y sinsabores que he experimentado en mi azarosa vida, me gustaría volver a la fe confiada e ingenua de mi infancia y a sentir con alegría la presencia de Dios, porque merece la pena; ahora deambulamos por basureros, sin timón y sin rumbo”.

Carta a los Efesios

El pasaje que hoy hemos escuchado nos adentra en la ideología de San Pablo sobre el matrimonio y la familia; un avance extraordinario para su época, cuando la mujer ocupaba el último rango en el escalafón social. Como muestra, sirvan estos párrafos del libro del Exodo: “No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él” (Ex.20,17).

La mujer es presentada como propiedad del hombre, a la misma altura que los animales. Así parecen dar a entender las palabras del Apóstol de las Gentes: “las mujeres que se sometan a sus maridos como al Señor” (Ef. 5,23).

He sugerido a varias parejas de novios escoger este texto para su boda, pero se retraen ante estas palabras iniciales, que consideran misóginas. Nada más lejos de la realidad si analizamos lo que sigue a continuación: “Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo” (Ef.5,29-30).

El amor conyugal es para S. Pablo el mejor signo visible del amor de Jesucristo a su Iglesia. Con él se enaltece la dignidad del matrimonio y, en consecuencia, del hombre y de la mujer.

Todo esto se entiende más aún meditando minuciosamente I.Cor. 13, donde S. Pablo escribe la más grande, bella e insuperable apología del amor.

Sólo tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6,68)

He comentado en varias ocasiones lo que realmente implica el seguimiento de Jesús. Nos cuesta abandonar las seguridades humanas, la esclavitud de las riquezas, la vinculación con los amigos, los hábitos y costumbres adquiridos, donde se asienta la convivencia. Todo esto forma parte de la cotidianidad de la mayoría de las personas.

Pero quien ha gustado a Dios o experimentado como los Apóstoles el auténtico sentido de la vida, es capaz de dejarlo todo.
Pedro, a pesar de su testarudez, lo comprende nítidamente: “Señor, ¿a quién iremos, si sólo tú tienes palabras de vida eterna”. Sabe que su vida, sin Jesús a su lado, se queda huérfana y carente de sentido, como lo está la del enamorado sin su amor, la del aventurero sin la búsqueda, la del enviado sin misión que cumplir, la del profeta sin la denuncia, la del labrador sin la semilla.

Gracias a este seguimiento de Jesús, la vida moderna cuenta con personajes que supieron valorar y testimoniar su entrega por un ideal cristiano: Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, Vicente Ferrer y tantos otros modelos a imitar por una humanidad decadente y en fase de reconstrucción moral.

Nosotros también, Señor, creemos y sabemos, parafraseando las palabras del evangelio,

“que tú eres el santo consagrado por Dios” (Jn. 6,69).

sábado, 22 de agosto de 2009

Lecturas del 22/08/2009, Sábado de la 20ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de Rut 2, 1-3. 8-11; 4, 13-17)

Dios te ha dado hoy quien responda por ti. Fue el padre de Jesé, padre de David
Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente de muy buena posición, llamado Boaz, de la familia de Elimelec. Rut, la moabita, dijo a su suegra Noemí: -«Déjame ir al campo, a espigar donde me admitan por caridad. » Noemí le respondió: -«Anda, hija.» Ella marchó y fue a espigar en las tierras, siguiendo a los segadores. Fue a una de las tierras de Boaz, de la familia de Elimelec. Boaz dijo a Rut: -«Escucha, hija. No vayas a espigar a otra parte, no te vayas de aquí ni te alejes de mis tierras. Fíjate en qué tierra siegan los hombres y sigue a las espigadoras. Dejo dicho a mis criados que no te molesten. Cuando tengas sed, vete donde los botijos y bebe de lo que saquen los criados.» Rut se echó, se postró ante él por tierra y le dijo: -«Yo soy una forastera; ¿por qué te he caído en gracia y te has interesado por mi?» Boaz respondió: -«Me han contado todo lo que hiciste por tu suegra después que murió tu marido: que dejaste a tus padres y tu pueblo natal y has venido a vivir con gente desconocida.» Así fue como Boaz se casó con Rut. Se unió a ella; el Señor hizo que Rut concibiera y diese a luz un hijo. Las mujeres dijeron a Noemí: _«Bendito sea Dios, que te ha dado hoy quien responda por ti. El nombre del difunto se pronunciará en Israel. Y el niño te será un descanso y una ayuda en tu vejez; pues te lo ha dado a luz tu nuera, la que tanto te quiere, que te vale más que siete hijos.» Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo. Las vecinas le buscaban un nombre, diciendo: -« ¡Noemí ha tenido un niño!» Y le pusieron por nombre Obed. Fue el padre de Jesé, padre de David.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12)

No hacen lo que dicen
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: _«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. »

Palabra del Señor



viernes, 21 de agosto de 2009

Lecturas del 21/08/2009, Viernes de la 20ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Comienzo del libro de Rut 1, 1. 3-6. 14b-16. 22)

Noemí, con Rut, la moabita, volvió a Belén
En tiempo de los jueces, hubo hambre en el país, y un hombre emigró, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la campaña de Moab. Elimelec, el marido de Noemí, murió, y quedaron con ella sus dos hijos, que se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orfá y la otra Rut. Pero, al cabo de diez años de residir allí, murieron también los dos hijos, y la mujer se quedó sin marido y sin hijos. Al enterarse de que el Señor habla atendido a su pueblo dándole pan, Noerm, con sus dos nueras, emprendió el camino de vuelta desde la campiña de Moab. Orfá se despidió de su suegra y volvió a su pueblo, mientras que Rut se quedó con Noemí. Noemí le dijo: -«Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios. Vuélvete tú con ella. » Pero Rut contestó: -«No insistas en que te deje y me vuelva. Donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo es el mío, tu Dios es mi Dios. » Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, volvió de la campiña de Moab. Empezaba la siega de la cebada cuando llegaron a Belén.

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 34-40)

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús habla hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: -«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: _«"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

Palabra del Señor


jueves, 20 de agosto de 2009

Lecturas del 20/08/2009, Jueves de la 20ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de los Jueces 11, 29-39ª)

El primero que salga de mi casa a recibirme, será para el Señor, y lo ofreceré en holocausto
En aquellos días, el espíritu del Señor vino sobre Jefté, que atravesó Galaad y Manasés, pasó a Atalaya de Galaad, de allí marchó contra los amonitas, e hizo un voto al Señor: -«Si entregas a los amonitas en mi poder, el primero que salga a recibirme a la puerta de mi casa, cuando vuelva victorioso de la campaña contra los -amonitas, será para el Señor, y lo ofreceré en holocausto.» Luego marchó a la guerra contra los amonitas. El Señor se los entregó; los derrotó desde Aroer hasta la entrada de Minit (veinte pueblos) y hasta Pradoviñas. Fue una gran derrota, y los amonitas quedaron sujetos a Israel. Jefté volvió a su casa de Atalaya. Y fue precisamente su hija quien salió a recibirlo, con panderos y danzas; su hija única, pues Jefté no tenía más hijos o hijas. En cuanto la vio, se rasgó la túnica, gritando: -« ¡Ay, hija mía, qué desdichado soy! Tú eres mi desdicha, porque hice una promesa al Señor y no puedo volverme atrás.» Ella le dijo: -«Padre, si hiciste una promesa al Señor, cumple lo que prometiste, ya que el Señor te ha permitido vengarte de tus enemigos.» Y le pidió a su padre: -«Dame este permiso: déjame andar dos meses por los montes, llorando con mis amigas, porque quedaré virgen.» Su padre le dijo: -«Vete. » Y la dejó marchar dos meses, y anduvo con sus amigas por los montes, llorando porque iba a quedar virgen. Acabado el plazo de los dos meses, volvió a casa, y su padre cumplió con ella el voto que habla hecho.


EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14)

A todos los que encontréis convidadlos a la boda
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: -«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?' El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»

Palabra del Señor



miércoles, 19 de agosto de 2009

Lecturas del 19/08/2009, Miércoles de la 20ª semana de tiempo ordinario.

PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de los Jueces 9, 6-15)

Pedisteis un rey, siendo así que el Señor es vuestro rey
En aquellos días, los de Siquén y todos los de El Terraplén se reunieron para proclamar rey a Abimelec, junto a la encina de Siquén. En cuanto se enteró Yotán, fue y, en pie sobre la cumbre del monte Garizín, les gritó a voz en cuello: -«¡Oídrne, vecinos de Siquén, así Dios os escuche! Una vez fueron los árboles a elegirse rey, y dijeron al olivo: "Sé nuestro rey." Pero dijo el olivo: "¿Y voy a dejar mi aceite, con el que engordan dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" Entonces dijeron a la higuera: "Ven a ser nuestro rey." Pero dijo la higuera: ¿Y voy a dejar mi dulce fruto sabroso, para ir a mecerme sobre los árboles? " Entonces dijeron a la vid: "Ven a ser nuestro rey." Pero dijo la vid: "¿Y voy a dejar mi mosto, que alegra a dioses y hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?" Entonces dijeron a la zarza: "Ven a ser nuestro rey." Y les dijo la zarza: "Si de veras queréis ungirme rey vuestro, venid a cobijaros bajo mí sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano."»

EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 1-16ª)

¿Vas a tener a tú envidia porque yo soy bueno?
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno. Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿0 vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?' Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»

Palabra del Señor